Esta es la cuarta temporada de esta historia, donde ocurrirán el principio de lo que puede desembocar en la destrucción de diferentes mitologías del mundo sobrenatural.
¿Cómo hará Sasuke para evitarlo?
Antes de comenzar me gustaría decirles que esta es solo la primera parte de este capítulo, así que la segunda parte será publicada la siguiente semana. Tomé esta decisión debido a que lo que llevaba escrito era demasiado como para dejarlo en una sola parte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de observar algunos locales en el centro comercial Sasuke, Amaterasu e Izumi fueron a comprar algunas cosas. Las chicas irremediablemente fueron a adquirir algo de ropa nueva mientras el pelinegro las acompañaba. El tiempo transcurrió y luego de 3 horas el trío se encontraba descansando en la pequeña terraza con la que contaba el centro comercial. Ese sitio que apenas contaba con un espacio de aproximadamente un tercio de la superficie del techo de la enorme estructura contaba con varias bancas de madera para poder descansar, así como varias plantas que le daban un aspecto bastante pintoresco al lugar. En el lugar solo se hallaban los tres viendo como el sol estaba por ocultarse.
Este día fue muy divertido, pudimos comprar algunas prendas bastante lindas, y lo mejor de todo es que no salieron nada caras – dijo Amaterasu viendo algunas bolsas que estaban en el suelo.
Esta es la primera vez que vengo de compras, es bastante entretenido, deberíamos hacerlo más a menudo, y deberíamos invitar a Rossweisse y Kuroka a que se nos unan – agregó Izumi con una sonrisa mientras veía a sus acompañantes sentados a su lado.
Aunque lamento que no hayamos encontrado un buen lugar – dijo la diosa volteando a ver al Uchiha que simplemente estaba observando el cielo – tal vez deberíamos buscar en otro sitio, quizá cerca de un parque, pero debe ser un sitio concurrido sin duda alguna – agregó Amaterasu antes de ver como el pelinegro la volteaba a ver.
Descuida, tampoco tengo prisa por llevar a cabo eso, por ahora ser maestro es suficiente para mí, aunque deberíamos irnos a la casa para ver si Kuroka ya regreso – dijo Sasuke viendo a ambas chicas que dieron un asentimiento mientras tomaban sus cosas para retirarse del centro comercial.
Luego de eso los tres con sus pertenencias en mano salieron del centro comercial y llegaron a su casa. Al arribar lo primero que notaron los tres fue que el lugar estaba vacío, cosa que les pareció extraña debido a que para ese momento Kuroka ya debería haber regresado. Aunque la diosa sugirió que quizá después del examen de Issei, Akeno y Kiba habían decidido festejar y por eso la nekomata no había regresado todavía, así que en lugar de preocuparse se pusieron a cenar.
El trío se encontraba sentado en la mesa mientras cenaban, y dejaban un cuarto plato sobre la mesa en caso de que Kuroka regresara pronto. Pero de pronto la tranquilidad desapareció cuando en la mesa justo enfrente de Amaterasu un pequeño círculo mágico apareció y de este salía una proyección en diminuto de Tsukuyomi. La diosa peli blanca iba vestida con un kimono de color negro simple y su rostro se veía algo preocupado.
Hermana, no esperaba que llamaras para saludarme – dijo Amaterasu feliz viendo a su hermana.
Escúchame, te llamé no para saludarte, necesito que tú y Sasuke vengan al inframundo, hay una emergencia grave, les daremos los detalles más tarde, pero por ahora preparen sus cosas, necesito que vayan al territorio sitri lo más rápido que puedan – dijo Tsukuyomi con un tono más serio de lo normal antes de cortar la conversación sin darle tiempo a su hermana de responderle.
