Chains Blood || Camren

II

Los cuatro habían llegado al club; la música era alta, las luces de colores apenas dejaban ver algo, la gente bailaba y un shot de tequila les daba la bienvenida. Por medidas de seguridad, a cada uno le revisaban, y en su mente, Camila criticaba la "seguridad", era deficiente y seguramente necesitaba mejores medidas para mantener todo bajo control. Trabajo, seguía pensando en trabajo, sentía que iba a sufrir una embolia si no se tomaba un shot de lo que fuera en ese mismo instante. Respiró profundamente y peino su cabello hacia atrás. Y de pronto sintió una mano en su hombro.

- Oh no, no. Sé lo que significa cuando haces eso, así que aquí tienes - Normani apareció a un lado de ella ofreciéndole un vaso con lo que parecía ser un mojito. Camila la miró con extrañeza - Hoy estoy encargada de sacar a Karla Estrabao. Más te vale que bebas.

Camila sonrió y bebió un trago largo de aquel mojito, una bebida que le recordaba el lugar de donde venía y que su cuerpo recibió con gusto. Por otro lado, le parecía divertido que su amiga la llamara Karla Estrabao cuando estaba ebria, pero tenía algo de razón. En ese estado, mostraba una personalidad diferente: menos calculadora y enojona, convirtiéndose en alguien más coqueta y alegre. Aunque, no quería estar tan ebria esa noche, su mente seguía alerta a cualquier cosa que sucediera. Los cuatro encontraron una mesa cerca de la terraza, desde donde se podía apreciar la hermosa noche y gran parte de la ciudad.

Los tres conversaban mientras Camila disfrutaba de la vista. Aún no sonaba una canción que le gustara, y ya iba por su segundo mojito después de un par de cervezas. A lo lejos, pudo divisar a un grupo de personas, en su mayoría mujeres, llamaban la atención, pues vestían de negro y tenían la piel tan pálida como el papel. En el medio del grupo, notó unos ojos verdes hermosos, casi juraría que brillaban, era alta, aunque no tanto como la rubia que le hablaba al oído. Camila la observó durante unos buenos segundos hasta que sus miradas se encontraron. Sus ojos se apartaron rápidamente hacia su mojito. Y en ese momento, empezó a sonar "Can't Feel My Face" de The Weeknd. Se sintió extraña; un escalofrío recorrió todo su cuerpo, los vellos de sus brazos se erizaron completamente y una mala sensación surgió en su estómago.

"And I know she'll be the death of me... "

- Debo estar ebria ya... - Por supuesto que lo estaba; Normani le había dado cerveza y cualquier otro trago como si no hubiese un mañana. Era extraño; conectar su mirada con la ojiverde hizo que su corazón latiera con fuerza. No sabía si era miedo o emoción; el alcohol en su cuerpo no le permitía identificar bien esa sensación. Solo sabía que esa mujer era extremadamente hermosa, tan hermosa como el mismo infierno, y se sintió avergonzada de que la descubriera mirándola.

- ¿Bailamos? - Camila escuchó la voz de Austin muy cerca de su oído, mientras le ofrecia su mano. Se asustó y en ese momento miró a Normani, quien le sonrió juguetonamente. Internamente, Camila se quejaba, pero aceptó; en toda la noche, lo único que había hecho era beber. Tomó su mano y se levantó junto con él. Los dos se dirigieron al centro del club, que estaba repleto de personas bailando, su mirada hizo un escaneo rápido pero ya no divisaba a la mujer de ojos verdes y suspiró con decepción.

- ¿Le han dicho lo bonita que es, teniente Cabello? - Austin parecía tímido al hablarle - Me sorprende que haya aceptado bailar conmigo. ¿Cómo van los casos- -

- Mahonne, te diré algo - Camila lo interrumpió - primero, sé lo bonita que soy, pero te lo agradezco. - Camila levantó su mano mostrando el número dos con sus dedos - segundo, estamos fuera de la estación; lo último que quiero pensar es en ese caso. Y tercero... - Camila bajó su tono de voz en cuanto vio nuevamente a la dueña de esos ojos verdes, casi brillantes, caminando a lo lejos detrás de Austin. Sus miradas conectaron nuevamente, y la misteriosa mujer le regaló una suave sonrisa que casi hizo que Camila desfalleciera. Nuevamente, sus brazos se erizaron por completo, y apartó la mirada.