huellas

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Ya han pasado tres días desde que la vi por primera vez y todavía no sé nada de ella. ¿Qué será de su vida? Además, me di cuenta de que no había pensado en qué decirle en caso de encontrarla. ¿Un simple "hola" sería suficiente? O tal vez un "estoy enamorado de ti". ¡No, eso sonaría demasiado desesperado y un poco extraño! Pero cuando la vi, lo que sentí fue algo más profundo, como si mi propia existencia estuviera destinada a ella. Lo que experimenté, a pesar de la impresionante belleza de esa chica, iba más allá de cualquier explicación.


Lo mejor sería enfocarme en mis estudios y en el equipo por ahora. Así al menos me distraería un poco. O al menos eso pensaba. Sin embargo, ese mismo día, después de la escuela, fui a la plaza con unos amigos. No teníamos práctica, así que decidimos pasar el rato diciendo boludeces y tomando mates bajo un árbol. De repente, una chica pasó cerca de nosotros y me resultó familiar. Traté de recordar y me di cuenta de que esa chica que pasaba a tan solo unos metros de mí, estaba aquel día con la chica de la que me enamoré. Me levanté emocionado y mis amigos me preguntaron qué pasaba. Les expliqué la situación y les pedí que me esperaran un minuto. Obvio, estaban un poco confundidos, pero a pesar de ello, me apresuré para hablar con la chica.


Mientras caminaba un poco apurado, le grité "¡hey!". Se dio vuelta y traté de decirle algo más, pero antes de poder terminar la palabra, ella se dio vuelta nuevamente y comenzó a caminar aún más rápido. Supuse que estaba apurada por algo, así que intenté seguirla. Pero una vez más, se volteó y al verme empezó a correr. ¿Cómo podía estar sucediéndome esto? Solo quería hablar y ahora me encontraba en una persecución a toda velocidad.


¿Cómo puede ser que una chica pueda correr tanto? La perseguí por alrededor de 14 cuadras hasta que se cansó, y al alcanzarla, mientras aún estaba agitado, traté de explicarle que no quería robarle ni nada parecido, solo quería saber algo. Me pidió que no me acerque y me dijo que no era muy buena para hablar con las personas, pero le intrigó el hecho de que la haya perseguido solo por eso y me preguntó qué era lo que quería saber. Tras una larga explicación, entendió más o menos cómo iba la cosa. Comprendió que solo quería saber quién era la chica con la cual había estado hace 3 días en la plaza.

*Inicio de conversación* 

Dante: Hola, me presento, soy Dante y discúlpame por haberte asustado. No fue mi intención.

Jessica: Bueno, ehmm, no importa. Dejando eso de lado... ¿La chica que estaba conmigo en la plaza? Ah, vos decís la hermana de Jeremías.

Dante: ¿Jeremías?

Jessica: Sí, ellos llegaron hace poco a la ciudad. No sé mucho de ellos, pero parecen ser muy divertidos. Los conocí porque mi hermano conoce a Jeremías desde hace tiempo. Solo íbamos camino a casa, pero me parece muy tierno que hagas todo esto para encontrar a una chica. ¡Te ayudaré!

Dante: Gracias, entonces podrías hablar con tu hermano por si sabe algo más, por favor. Pero... por favor, no le digas quién la busca o por qué. Supongo que si ella se llegara a enterar sería un poco raro.

Jessica: Claro, pero de todas maneras, mi ayuda no será gratis, ¿sabes? Así que deberás comprarme dulces para poder concentrarme mejor.

Dante: ¿Eh? Jajá, ¿qué clase de concentración es esa? Pero está bien, me parece justo. Te compraré lo que quieras, siempre y cuando me ayudes con la investigación.

Jessica: Bueno, entonces me voy yendo. Como vamos a la misma escuela, seguro nos veremos en el recreo. En cuanto llegue a mi casa, le preguntaré a mi hermano más a fondo acerca de los detalles o de a qué escuela van.

Dante: Gracias, pero una pregunta más antes de eso, ¿al menos conoces su nombre?

Jessica: Ehm, creo que no lo recuerdo. Es que yo estaba con el celular y bueno, no les presté mucha atención. Lo siento.

Dante: Bueno, gracias de todas maneras, pero aún tengo una duda... Creí que se te daba mal hablar con las personas.

Jessica: Es que, sí... me es difícil hablar con las personas, pero... ¿perderme de esta historia? Jamás.

Dante: Jaja, ya lo entiendo. Bueno, no importa, mientras me ayudes, yo cumpliré mi parte del trato.

Jessica: Bueno, entonces me voy, que llego tarde.

Dante: Bueno, espero verte mañana en el recreo para ver qué averiguaste.

Jessica: Haré lo posible, pero no te ilusiones. ¡Nos vemos!


*Fin de la conversación* 

Después de despedirme de Jessica, regresé a mi casa con la cabeza llena de pensamientos sobre la misteriosa chica. A medida que pasaba el tiempo, la ansiedad por saber más de ella no dejaba de crecer. Decidí ocupar mi mente en otras cosas mientras esperaba las noticias de Jessica.

Una vez en casa, me senté en mi habitación y saqué mi libro de matemáticas. Necesitaba ponerme al día con algunas ecuaciones y fórmulas complicadas para la próxima prueba. Me sumergí en los números y los problemas, tratando de distraerme de mis pensamientos obsesivos.

Después de un tiempo, mi estómago empezó a hacer ruidos extraños y me di cuenta de que ya era hora de cenar. Bajé a la cocina y mi mamá ya había hecho la cena y justo estaba por llamarme. Mis padres se unieron en la mesa y comenzamos a hablar de nuestras respectivas jornadas. Intenté parecer tranquilo y no dije nada de todas las cosas que me estaban pasando.

Después de cenar, subí de nuevo a mi habitación y decidí ver una película para relajarme. Elegí una comedia ligera que me sacara de mi propia cabeza por un rato. Las risas y las tramas divertidas me ayudaron a desconectar por un momento, pero mi mente siempre volvía a la chica desconocida e imaginaba cosas como estar en situaciones divertidas como las de la película haciéndola sonreír, imaginándome hermosos momentos en mi cabeza.

A medida que avanzaba la noche, decidí tomar una ducha caliente para relajar mi cuerpo cansado. El agua caliente caía sobre mí, llevándose un poco de la tensión acumulada. Me quedé sumergido en mis pensamientos mientras dejaba que el agua recorriera mi piel.

Finalmente, el reloj marcó la hora de ir a dormir. Me acosté en mi cama, esperando el descanso reparador que necesitaba. Cerré los ojos, pero mi mente seguía ocupada con imágenes de la chica misteriosa y la esperanza de que Jessica obtuviera alguna información sobre ella.

Con esa incertidumbre rondando en mi cabeza, me adentré en el mundo de los sueños, esperando que el nuevo día trajera respuestas y un paso más cerca de descubrir quién era esa chica que parecía haber dejado una profunda huella en mí.

Mi cielo en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora