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¿Qué tan difícil era superar un trauma? Algo que te había marcado tanto, que ya no tenías la misma percepción de lo que antes te hacía sentir bien

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¿Qué tan difícil era superar un trauma? Algo que te había marcado tanto, que ya no tenías la misma percepción de lo que antes te hacía sentir bien.

Quería volver a sentir la seguridad de antes y las mismas ganas de vivir, pero había momentos donde se volvía demasiado difícil hasta respirar.

Sin embargo, me tuve que levantar, porque necesitaba hacerlo, debía seguir siendo lo que era.

—¿En serio quieres volver a intentarlo? — Mark me preguntó, seriamente.

A él no le agradaba la idea, teniendo en cuenta lo que pasó la última vez, pero era algo que debía seguir intentando.

—Sólo quédate conmigo—pedí.

Sus ojos se suavizaron y asintió.

Esta vez me levanté más rápido y él me ofreció su mano. La agarré con fuerza, sosteniéndome y relamiendo mi boca antes de salir.

Todos estaban avisados que saldría, por lo que tendrían cuidado. Pero últimamente, estaba empezando a odiar más que me vean con pena y tengan que caminar silenciosamente al pasar por mi cuarto.

—¿Sabes? Podríamos ver una película en la sala— dijo Mark de repente, en un intento de ocultar sus nervios. —Titanic, tal vez.

Eso me hizo soltar una risita, y él volteó a verme con sorpresa, pareciendo que casi rompe su cuello en el acto.

—De tantas películas que podías nombrar, tenía que ser esa— digo con burla. Él sigue mirándome con la boca entreabierta y la sorpresa brillando en sus ojitos —¿Qué?

—Te reíste— murmura —Ah, shit, lo siento, no quiero hacer un espectáculo de eso, solo extrañaba tu risa.

Nos quedamos en silencio, y volteo a mirar a un costado, fingiendo que el marco de la puerta es más interesante, buscando ocultar mi ligero sonrojo. Su mano seguía sujetando la mía, y encontré su piel más suave de lo normal, me agarraba con cuidado y se sentía cálido y seguro.

—Me antojé pizza… —y no puede evitar que otro jadeo de sorpresa se le escape de su boca, sus ojos volviendo a abrirse hasta su tope.

—¡Yah, hace tiempo no me dices eso! — exclama sobresaltándome —Lo siento, es solo que, son muchas emociones en un día para mí —y se pone una mano en el pecho, como si su corazón le estuviera doliendo.

Y una pequeña risa vuelve a salir de mis labios, provocando que Mark casi se desmaye a mi lado.

[…]

Despierto de golpe, sintiendo que me ahogaba gracias a la cantidad de agua que entró por mi nariz. Miré agitada arriba, encontrando a dos hombres riéndose, y un balde de agua.

Tosí sacando el agua de mi garganta y mis fosas nasales, incorporándome un poco, hasta quedar sentada.

—Hora de comer, pequeña perra.

TODDLER | Mark LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora