Capítulo 2: Ángeles y Sacerdotes

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El Fuego de Fuyuki fue mucho más devastador en este mundo debido a ciertos eventos. Solo diré esto por ahora.

¡Aquí vamos!

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Ángeles y Sacerdotes

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Tres años después del desastre de Fuyuki (Shirou de 10 años)

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Para uno que adoptó a Shirou Kotomine, Todo el mal del mundo no fue una injusticia. No, para él, incluso mientras estaba cara a cara con Mal absoluto, todavía no podía evitar sentir que 'Eso' no era una injusticia.

Si bien experimentó el horrendo tormento causado por el infierno de fuego del lodo contaminado, no, precisamente porque lo experimentó... sintió un gran pesar por no poder ayudar a su 'gemelo' a lograr su esperado nacimiento. Sí, su gemelo. Esa fue la frase más apropiada.

¿Qué es el mal? ¿Qué es la injusticia? ¿En qué se diferencian? ¿Por qué pensó eso?

El joven siguió pensando mientras yacía en la cama encadenada en la que estaba confinado, en parte porque no tenía nada más que hacer que tratar de contar los innumerables círculos mágicos grabados en el techo, invisibles para el ojo que no era mago. Se había detenido alrededor de la cuenta de 1313 hasta que notó que los patrones cambiaban con el tiempo, cambiando así el volumen de los círculos. Casi se rió a carcajadas.

¿Estaba mal nacer como el Mal?

Shirou pensó en ese día predestinado. El gran desastre de Fuyuki, se llamaba. Un desastre que resultó en la espantosa muerte de exactamente 13'131 personas, un fenómeno insondable en el que sus cadáveres se quemaron hasta quedar negros, pero de alguna manera, todos lograron conservar milagrosamente su forma humanoide.

La población lo llamó el desastre más trágico y de pesadilla que jamás haya golpeado a Japón. Shirou lo llamó su cumpleaños.

Para Shirou, la verdadera injusticia de todo esto fue el hecho de que la humanidad había sido tan débil . Tan groseramente dependientes del acto de echar la culpa a los demás, que se las arreglaron para dar a luz a 'Eso' en primer lugar. La humanidad fue la que le robó a 'Eso' el derecho de simplemente nacer.

'Eso' simplemente estaba allí porque la humanidad había deseado que fuera como es; el Mal donde se reúne todo mal, la raíz de todas las cosas para culpar. Sin embargo, lo habían tirado y sellado en el abismo de los recuerdos perdidos hace mucho tiempo, sin reflexionar ni una sola vez sobre sus crímenes.

Crímenes que intencionalmente eligieron cometer en el fondo de sus corazones. Crímenes que ellos mismos se hicieron creer que no eran suyos.

No, nacer como el Mal en sí mismo nunca será un crimen, ya que es simplemente el resultado de que la humanidad equilibre su karma.

Por lo tanto, la humanidad necesitaba aprender a defenderse. En última instancia, la salvación debe lograrse solo a través de sus propias manos.

Pensar que Cristo no solo cargó sobre sí mismo los Siete Pecados Capitales de los Verdaderos Demonios, sino que también bendijo a todos con misericordia, colmó a todos con amor eterno e incondicional ...

Fate: Santo del Grial NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora