WENCLAIR - ANTHOLOGY

A Day Dreamer

🎯EL SIGUIENTE ES UN DR (Dramatic Reading) POR LO QUE PUEDE TENER PARTES QUE NO PERTENECEN AL CANON🎯

Ship: Wednesday × Enid

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“El acto de soñar nos conduce a manifestar la realidad que vemos dentro de nuestra cabeza si es que la sentimos propia. Cuando se materializa podemos llegar a sentir un «deja vu» , pero, cuando eres parte de aquello que antes se ha visualizado, tu realidad está destinada a ser mucho antes que tu....”

Un humano común suele tener una capacidad dormida dentro de sí para poder ver más allá de lo evidente, sentir más allá de lo tangible y explorar sobre lo ya conocido. Por ende, aquellos humanos que dotan de habilidades únicas para ver líneas alternas a la propia es llamado "vidente".
Está habilidad puede pasar por generaciones e incluso linajes enteros desde las raíces más profundas, de ahí que algunos les etiquetaron como "hechiceros" o "brujos" dado a lo antiguo de su don.

Un joven en particular había estado investigando como loco durante días y noches enteras, el chico de unos veinticuatro años ya; de complexión delgada, piel morena clara, cabello negro recogido en una coleta y ojos azules con ojeras prominentes, se había rehusado a descansar hasta encontrar respuestas a un mal que le acongojaba.

Aquel joven tuvo noches infernales con sueños igual de malos, donde se veía a sí mismo en un lugar desconocido con gente que jamás había visto en su vida, todo en situaciones espeluznantes.

— Vamos, se que debe haber algo por aquí..... - repetía el joven vaciando antologías de un extenso librero.

El esfuerzo y la manía le habían provocado tener una apariencia lúgubre, al no dormir durante días y noches; sus ojos ahora tenían círculos negros debajo, aquella cara de rasgos refinado tal cual su madre, ahora lucia un bigote desarreglado. Cansado o más bien fastidiado, el joven peinó su cabellos hacia atrás con los dedos, suspirando con total derrota al no encontrar lo que buscaba en aquellos textos.

La verdadera razón de su desdicha era una nueva corriente de "sueños" «como el les llamaba» ; pero que no podía controlar. Había cosas que se sentían tan reales que empezó a dudar de sí el mismo lo era.
Aquellos vistazos alternos mostraban una época que nunca conoció y resaltaba dos figuras que siempre parecían estar borrosas en su mente.

— Agh.... Por favor dime que no esta pasando.... SOLO QUIERO DORMIR UNA MALDITA NOCHE! - decía el joven para si mismo, agotado mentalmente.

El chico se dejó caer entre el mar de libros que había tirado sobre la gran alfombra púrpura de la biblioteca que había en su hogar.
Para su salvación llegó uno de sus grandes amigos, una mano con mente propia a quien todos apodaban "dedos". Dedos había estado haciéndole compañía, haciendo de ancla para que el chico no bajara a la locura esquizoide.

Aquella mano hizo señas deletreando:
-C-A-V-O-T-
En un intento por reprenderlo al ser tan terco como su madre. Si en algo se parecían más allá de lo evidente, era que ambos tenían un carácter obsesivo y sí algo les impacienta lo debían saber a toda costa.
Dedos volvió a deletrear frases que él joven Cavot ya había escuchado, tales como “Olvidalo, no importa ya” y “No eres el unico”.
Esto último no le parecía verdad al castaño, puesto que casi toda su existencia se le había remarcado que una mitad de su ser era tan estable como un manicomio, y la otra mitad era un pobre intento de licantropo.

Cavot no sentía pertenecer a ninguna facción, no se sentía un lobo y tampoco un humano. Pensaba estar solo y merecer estarlo, maldición obtenida de su otra madre; una rubia en exceso sentimental.