WENCLAIR - ANTHOLOGY

All I Want ²

🎯EL SIGUIENTE ES UN DR (Dramatic Reading) POR LO QUE PUEDE TENER PARTES QUE NO PERTENECEN AL CANON🎯

Ship: Wednesday × Enid

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— Si la tiene pero no es de su interés. - La rubia se apartó molesta, no quería ver a nadie en ese momento.

Ajax la siguió hasta la recámara que compartían, donde para más molestia, Enid encontró su laptop encendida con su blog/diario personal abierto.

— ¿QUE TE PASA?.- Enid dijo molesta viendo que Ajax había leído sus últimos textos más íntimos.

— A mi nada, pero tu llevas años con ganas de hacer todo lo que hiciste ayer, ¿no?. - El chico decía acercándose por detrás. — Debí verme como un idiota cuando le decía a la gente que estarías conmigo, ¡pero ahí esta!, ¡lo tenias escrito en tus notas! Ni siquiera pensabas en mi cuando lo hacías. -

Enid sacó sus garras involuntariamente frente al estrés que le provocaba todo el alboroto. Cerró su laptop y volteo para ver que Ajax le veía con los ojos llorosos.

— Me besabas para que me callara, lo sabía pero pensaba que mínimo te importaba.....- Ajax trataba de no llorar. — Pero esa estúpida sociópata, ¡ES ELLA, SIEMPRE ES ELLA!. - el chico dijo tomando la cara de Enid, haciendo alusión a sus cicatrices.

Enid no respondió más que con una bofetada y sin querer rasguño la mejilla del chico. El no dijo nada más y se retiro molesto, la rubia salió de la recamara encontrando a su madre molesta porque su hija nuevamente tomaba "malas decisiones".
Todo el asunto terminó en cuanto Enid le pido a su padre que se fueran ambos ya que necesitaba estar sola.

La chica quedó decepcionada de su novio, su familia y de ella misma por dejar que los demás le hicieran a ocultar sus pensamientos.

Esa última tarde fue especialmente triste.

...

Por otro lado Wednesday se sintió vacía en cuanto Enid salió del auto, sabía que si la chica tenía ya una vida hecha no debería inmiscuirse tanto, dado a que "Posiblemente ella ya hiciera una nueva vida" donde la morena estorbaria.
Dedos recibió a su amiga pelinegra preguntando cuando volvería Enid y simplemente no hubo respuesta clara.
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Desdichados días pasaron y ninguna de las dos jóvenes se atrevía a llamar. No porque no quisieran, el verdadero problema fue que les parecía demasiado necesario, tanto que era abrumador.

Luchando como si de un síndrome de abstinencia se tratara; Wednesday se la pasaba distrayendose con cuanto libro se encontró, mientras que Enid solía pasar sus tardes triste y mirando por inercia el teléfono por si había llamadas.

Dedos hizo de mediador, mandando con Largo una carta que el mismo escribió en la máquina que usaba Wednesday para su novela. La carta constaba de dos páginas donde el le explicaba que la pelinegra había estado de un humor depresivo, se la pasaba leyendo en el día y por las noches sólo miraba la ventana; apenas durmiendo un par de horas.
Aquella mano también alegaba que si la rubia no hacía acto de presencia, el no se lo perdonaría por dejarlo solo y con una Wednesday apuntó de quiebre.

Largo llevó la carta hasta el departamento de Enid, quien, en cuanto la leyó no supo si reír por las ocurrencias de Dedos o preocuparse.
La rubia aceptó y tomó sus cosas para ir a casa de Wednesday.

Ante el portón de la propiedad Addams Enid despedía al taxi que había tomado para llegar. La recibió un sujeto peculiar lleno de pelo y un sombrero de copa que le invitó a pasar alegremente.
Fester y Pericles vieron a la rubia e instintivamente se abalanzaron a ella con cariño y también con preguntas.