Love Drove Me Crazy

Capitulo 18

Los ojos azules de Daniel observaban con duda la perilla de la puerta de su casa. Hace unas horas el cuerpo de su hermana fue arrebatado de sus brazos por el Sabueso Infernal, no pudo evitarlo porque era algo que debía pasar.

Su mano se posó en la perilla y aún temblando, la abrió. La puerta fue abierta dejando ver a Daniel con un aspecto nada bueno.

Una vez que entro busco con la mirada a su tío. Pero al parecer no había nadie, hasta que una silueta muy peculiar se hizo presente en el campo visual del menor.

-Ha pasado mucho tiempo Daniel- aquella voz tan rasposa llegó a los oídos del cazador - ¿O debería decir nieto?

-Sigue vivo- murmuró sorprendido

-Y tú parece que acabas de matar a alguien- dijo el mayor viendo con detalle la ropa de su nieto.

El cerebro de Daniel se activa volviendo a la realidad. Por un momento se concentro mucho en el regreso de su abuelo, el responsable de él.

Chris salió detrás de Gerard y al ver a su sobrino todo sucio, con sus ojos rojos de tanto llorar hizo que comenzará a sospechar que algo malo paso, algo muy malo.

-¿Estás bien?¿Paso algo?- cuestionó su tío tomándolo de los hombros.

-Yo...

-¿Dónde está Maddison?- preguntó el anciano al no ver a la menor junto a su hermano.

Nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas al escuchar el nombre de su hermana menor. De inmediato se aferró al cuerpo de su tío quien solo pudo abrazarlo sin saber muy bien que pasaba con su sobrino.

-Hey ¿Que pasa?- habló Chris sin separarse del menor.

-Maddy...- dijo separándose, tenía que ser fuerte.

-¿"Maddy"?

-Maddison está muerta.

El chico Argent hubiera preferido que le dieran un disparo a decir esas palabras tan dolorosas para él. No había pasado ni un dia desde la muerte de la menor de los Argent y eso afectaba más.

-No- negó Chris, retrocediendo -Ella no puede estar muerta- murmuró viendo hacia el suelo.

-Vaya- exclamó el mayor de todos poniendo una mano sobre su boca.

-¡¿Que fue lo que hiciste?!- gritó su tío sujetando la ropa -¡Se suponía que tenía que protegerla! ¡¿Que clase de hermano eres?!

La crueldad de sus palabras hicieron que el menor solo se sintiera aún más culpable de lo que ya estaba.

-Lo siento...- dijo en un tono muy bajo que apenas si se podía escuchar.

En cuanto soltó a su sobrino se dio la vuelta tratando de calmarse. Estaba alterado, otra muerte en la familia, otra decepción.

-¿Dónde está?

-Parrish se la llevó.

Una vez que ambos Argent se lograron calmar empezó una conversación del por qué Gerard había regresado.

-Él sabe sobre la bestia, la última quimera- se excusa Chris sin mirarlos.

-Claro que lo se, todo Argent que se respeta lo sabe, incluso tú madre lo sabía.

-¿Mi madre?- preguntó confundido. Aún tenía sus ojos ligeramente rojos y la punta de su nariz también.

-Tu madre era grandiosa, una de las mejores cazadoras que podrían existir, le decían "la parca sobrenatural"- decía el anciano sin mucha importancia.