Idol‹3 || AU Tartali

✰𝙿𝚛𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘✰

Siente las luces reflectar en su rostro, haciéndole parecer más atractivo de lo que ya lucía. Baila y canta hasta que siente que su cabeza da vueltas y su cuerpo ya no le responde como quiere. A pesar de eso, sigue presentándose como el profesional que es, con una divertida sonrisa en su rostro, y una pizca de coqueteo entre sus guiños y besos que vuelan entre el público. Se escuchan gritos de chicas alocadas y eufóricas, pero no puede oirlas bien por el pitido que oye en sus oídos.

Su respiración se empezó a escuchar descontrolada entre las letras de las alegres canciones que canta, su voz suena perfecta como siempre, pero entre más tiempo pasa en el escenario, empieza a sonar más desgastada.

Para suerte suya, la presentación pronto acaba y puede descansar al desaparecer de la vista del público, entrar rápidamente a su camerino y tomar agua, mucha agua.

Se detiene para sentarse en el pequeño pero cómodo sillón que hay en la habitación, todavía puede escuchar las aclamaciones animadas del público, pero instintivamente lo ignora y se relaja. Su piel arde por el sobreesfuerzo y su respiración sigue siendo irregular, pero decide pararse de su asiento e irse a mirar al espejo.

Se observa de arriba a abajo, su cabello anaranjado y su piel pecosa, levemente sonrojada por el trabajo físico, se muestra asomándose debajo del maquillaje que lleva. Sus maquillistas siempre tratan de tapar esas "imperfecciones" (como le llaman ellas), él no tiene ningún problema con eso, en realidad, tampoco le parecen realmente bonitas. Se siente un poco inseguro al darse cuenta de que sus pecas se muestran un poco, debido a que la base y corrector se corrieron por el sudor, pero no cree que se haya notado mucho, y deja de pensar en ello. Sigue observando su rostro por algún error que pueda haber cometido en cuanto su aspecto, sus largas pestañas y sus ojos azules como preciosos cristales, su recta y bonita nariz y su ropa un poco desordenada por tanto movimiento.

No parece haber nada fuera de lo común, pero se siente un poco extraño ¿Que será?

Piensa por unos minutos y la idea de que quizás se está sobreexigiendo pasa por su cabeza, pero ese es el deber de un idol ¿no?

- - - - -

-¡¡PAPÁÁ!!- se escucha gritar una chillona voz que proviene del interior de la casa.

Se escuchan rápidos pasos seguido del golpe de la puerta chocando contra la pared bruscamente.

-¡HU TAO! ¿ESTÁS BIEN? - gritó preocupado el padre de la adolescente de 15.

De lejos se escuchó un fuerte grito ahogado por, posiblemente, una puerta, dónde se oye una maldición de parte del hijo menor, Xiao, quien parecía no estar de muy buen humor por los gritos a tempranas horas de la mañana. No muchos segundos después se escuchan pisotadas y un portazo.

-¡No se pongan a hacer ruido tan temprano! - trató de moderar su voz, contendiendose de empezar a insultar a la familia que lo acogió. Quizás no era el mejor ambiente, pero lo importante es la intención. - ¡Trato de regular mi sueño! ¡Saben que me despierto fácil!

-De todas formas era hora de que te despiertes - responde la joven de pelo castaño, quien de forma altanera lo mira con desaprobación.

El confundido hombre mira a ambos con una expresión de fastidio, no realmente dispuesto a lidiar con este tipo de situaciones a las 6 am un día lunes. La hermana mayor entra tímidamente con su pelo color celeste claro, haciendo ademanes con las manos para darse a entender mejor.

-Tao, Xiao, por favor mantengan la calma en la mañana. - regañó con voz pequeña pero firme. - Papá ha estado muy estresado últimamente, no deberíamos gritar tan temprano. - termina con un ceño levemente fruncido.

-Gracias, Yuyu - Zhongli se pasó una mano por la cara, visiblemente cansado. El trabajo lo ha mantenido lo más ocupado que ha podido, y si por su jefe fuera, le pondría aún más documentos que revisar. Afortunadamente, ha acumulado varias semanas de vacaciones que piensa tomar en algún momento para salir con sus hijos.

Xiao hace un sonido parecido a un bufido y vuelve a cerrar la puerta de su habitación. Ganyu suspira y vuelve a su trabajo de alistarse para sus clases. Por su desempeño en la escuela, se graduó temprano y logró entrar a su primer año de Administración y Dirección de Empresas en una buena universidad.

Zhongli regresa su vista hacia Hu Tao y suspira cansado. - Ahora, con más calma - le habla con cautela - ¿Por qué me llamaste? - preguntó, sintiendo una molestia en su cabeza.

-¡AH! ¡SI! - suena como si se hubiera acordado de algo importante, y luego Xiao le grita desde su habitación un "cállate, Hu Tao" - YA, YA - le responde y carraspea levemente - Papá, ¿Te acuerdas de Tartaglia? - recordó con notable emoción.

-Uh.. Tar-.. perdón, ¿qué? - no pareciera estar preguntando por molestar, pero aún así la joven se sintió indignada.

- ¡Papá! ¡Tartaglia, el idol! - dice casi gritando con voz chillona - ¡Va a venir a Liyue, tienes que llevarme! ¡Porfi, porfi! ¡PORFI! - grita desesperada.

Al parecer, este idol apodado "Tartaglia" iba a pasar por liyue, y Hu Tao realmente quería ir a verlo. Zhongli suspira y se pregunta mentalmente el porqué del entusiasmo.

-¿Dónde es? - al escuchar esta simple pregunta, Hu Tao salta de la emoción y da pequeños saltitos en su cama, claramente sabiendo que era una respuesta indirecta.

-¡Teatro nacional de liyue! ¡A las 7 de la tarde! - se queda quieta momentáneamente, esperando una respuesta clara.

-..está bien, veré qué puedo hacer - se pasa la mano por la cara, escuchando a su hija dar vueltas y saltos por la emoción.

Salió de la habitación en lo que la castaña tenía su pequeño momento de euforia. Tenía que arreglarse rápido para salir, dejar a sus hijos menores en el colegio e ir directo a su oficina. Esperaba que el día no se le hiciera tan largo.

-986 palabras-

Está vez me enfoqué también un poquito en Ajax, así que creo que quedó bastante mejor que la versión original.

Planeaba hacerlo más largo pero no quería alargar mucho solo el prólogo xd (y también m daba lata)

Acá dejo playlist (no necesariamente de este fic, simplemente la vibes q me da el tartali JQBFKAJ)

Pueden escucharla mientras leen, o quizás no, como prefieran.