NUEVE: BORRACHO

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—Oye— Dijo Taejun mientras caminaba por el pasillo y se detuvo para mirarla. —¿Cómo estuvo la cena ayer?

—Bastante bien, nada de qué preocuparse— Ella simplemente respondió y él asintió.

—¿Quieres salir y beber algo?— Preguntó y ella frunció el ceño confundida. —Obviamente no es una cita, solo creo que últimamente te estás estresando demasiado.

Ella acabó aceptando y juntos se fueron a un bar a beber, música a todo volumen y gente bebiendo, bailando o cualquier cosa a su alrededor mientras ella se apoyaba en la barra.

RECUERDOS DEL PASADO

—¿Así es como te enseñaron a usar tu espada?— Dijo la mujer mientras observaba a su esposo.

Su hanbok sucio de sangre, la espada apretada en la mano y dos hombres muertos en el suelo, se giró para mirarla, la preocupación en sus ojos casi lo hizo sentir mal, pero no pudo evitarlo.

—No tienes que hacer esto...— Susurró limpiando la sangre de su rostro. —No me importa lo que digan, a ti tampoco debería.

—No puedo dejar que hablen mal de ti... No hiciste nada malo— Su voz profunda era más como un susurro.

—Lo sé, pero esto no es lo correcto— Dijo ella alejándose un paso de él —Guarda tu espada— Dijo suavemente.

Se quedó en silencio un rato mientras miraba a la mujer que tanto amaba, luego sacudió levemente la cabeza, no podía seguir escuchando a la gente hablar mal de ella por algo que no era su culpa, y ella decía que no la afectó pero sabía que era mentira, los primeros días ella ni siquiera se levantó de la cama y él sabía que cada palabra le llegaría al corazón, tenía miedo de perderla.

—No puedo— Respondió y pasó junto a ella.

FIN DE LOS RECUERDOS DEL PASADO

Los ojos de Joonggil se abrieron instantáneamente, se había quedado dormido durante algunos minutos en la silla de su escritorio, pero las pesadillas y los sueños extraños aún lo atrapaban.

Suspiró pasándose la mano por los ojos y miró el pequeño reloj en su escritorio, ya era un poco tarde, sus pensamientos volvieron a ese sueño otra vez y se puso de pie tomando su chaqueta y saliendo de la oficina, sus pasos resonaron a través de el pasillo vacío mientras caminaba hacia su oficina.

—La Señora Lee no está aquí— Una voz lo detuvo tan pronto como tocó el pomo de la puerta, una señora de la limpieza le sonreía.

—Oh... ¿Sabe dónde está o dónde puedo encontrarla?— Preguntó.

—No estoy segura, la vi irse con el Señor. Kim, ¡Pero creo que los escuché hablar sobre ir a tomar algo!— Dijo y él asintió alejándose.

¿Bebiendo? ¿Con Kim Taejun? Bueno a él no le importaba si ella estaba ocupada o algo, quería hablar con ella sobre el sueño que acababa de tener, todavía no estaba seguro de nada y ni siquiera podía ver su rostro correctamente en cada uno de sus sueños o pesadillas.

Sabía exactamente dónde podían estar, solo había un bar que visitaban todos los empleados de Jumadeung, estaba en un edificio casi abandonado, solo bajando unas escaleras, y allí estaba caminando por el pasillo con luces de colores brillando alrededor.

—Señor Park— Una voz lo detuvo y cuando miró hacia arriba, Taejun estaba justo al lado de la puerta con un cigarrillo en la boca.

—¿Está ella dentro? Tengo algo de qué hablar— Preguntó poniendo sus manos en sus bolsillos.

—Sí, pero venimos aquí para relajarnos de las cosas relacionadas con el trabajo, debería esperar hasta mañana y no molestarla ahora, ella necesita un descanso— Dijo y Joonggil se burló.

—No es una cosa relacionada con el trabajo— Respondió y estaba a punto de cruzar la puerta, pero una mano se colocó en su pecho para detenerlo, sus ojos viajaron lentamente desde la mano hasta Taejun.

—Sus cosas personales también deberían esperar, la está presionando demasiado, ella también necesita un descanso de usted— Taejun habló y Joonggil se puso serio, sus ojos se oscurecieron.

—Si no quitas la mano, te romperé el jodido brazo, ¿Está claro?— Habló profundamente sin apartar los ojos del chico.

El otro chico solo suspiró quitando su mano y vio como el hombre abría la puerta del bar ignorando por completo la conversación que acababan de tener.
Entró, sus ojos escanearon alrededor del mostrador, a la multitud que bailaba, hasta que aterrizaron en la figura familiar con la cabeza sobre una mesa, botellas de soju por todas partes.

—Lee Haeun— Llamó caminando hacia la mesa y ella solo tarareaba. —¿Estas borracha?

Levantó la cabeza para ver quién era y luego puso los ojos en blanco al reconocerlo, volvió con la cabeza sobre la mesa. —Vete a la mierda Park Joonggil, déjame en paz.

—Vamos a casa— Respondió entendiendo que ella realmente estaba demasiado borracha.

Pero ella no se movió, solo volvió a tararear, él suspiró y la levantó en brazos caminando en un punto más escondido antes de teletransportarse a su departamento.

—¿Dónde está tu habitación?— Preguntó y ella simplemente señaló una puerta al azar sin abrir los ojos.

Entró al dormitorio y la colocó sobre la cama, le quitó los zapatos y luego cubrió su cuerpo con las mantas y la vio relajarse bajo el calor. Le apartó el pelo de la cara y luego decidió mirar alrededor de la habitación y ver si podía encontrar algo por sí mismo.

—No hay nada aquí— Susurró, estaba muy cansada pero aún consciente de que él estaba allí.

—Solo quiero respuestas— Respondió.

—Es mejor si no los tienes, te volverás a lastimar— Ella lo vio caminar lentamente de regreso a su cama.

—¿Lastimarme?— Preguntó confundido.

—Te lastimaron gravemente en tu vida pasada, y quiero decir emocionalmente, no quiero que recuerdes esas cosas malas— Susurró cerrando los ojos y rápidamente se durmió, el alcohol se apoderó de ella.

Right Here - Park Joong Gil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora