❧ Tercer capítulo

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Xiao entró en la habitación dando un fuerte portazo y se dejó caer en la cama. Estaba harto de todo el mundo, harto de que todos le mirasen con odio y con miedo solo por su padre. Las lágrimas se agolparon en sus ojos y chasqueó la lengua, lo que más odiaba era sentirse débil. Entonces la sonrisa de Aether se le vino a la mente y recordó la manera en que este lo abrazó mientras decía que quería besarle, algo que hizo que su corazón se acelerara. No. ¿En qué estaba pensando? Seguramente solo fuera un efecto de las drogas, pues un chico como Aether jamás se fijaría en él y mucho menos después de que todo se malinterpretara con sus amigos. Se tumbó boca abajo y escondió su rostro en la almohada con el único objetivo infantil de desaparecer entre capas de algodón y plumas de ganso.

Entonces la puerta se abrió, algo que no le hizo separarse de su "escondite", seguramente porque sabía que solamente podía ser una persona y no quería que su hermana le dijera nada. Aunque también sabía que era inevitable.

—Te fuiste sin avisar— pronunció Ganyu a la par que bostezaba. Siempre estaba cansada debido a sus problemas de insomnio. Se sentó al borde de la cama de su hermano y posó la mano sobre el bulto que había bajo las sábanas. —¿Todo bien?

Durante unos segundos no recibió respuesta alguna. Sin embargo, sabía que sería peor si no hablaba con ella. Su hermana siempre había sido su único apoyo al fin y al cabo.

—No debí ir a esa estúpida fiesta... todos me odian, Ganyu. No importa lo que haga... pero me da igual.

Ella sabía lo que su hermano sentía, también le pasaba lo mismo con sus compañeros de clase.

—No debieron insistir en que viniéramos aquí, la marca que dejó padre en la sociedad ha hecho mucho daño. Es normal que lo odien, pero no tiene nada que ver con nosotros... incluso él ha cambiado, pero eso es algo que no van a ver ni a intentar verlo— dijo la chica. Tampoco encajaba del todo en la academia. La única persona que no parecía juzgarla era Keching. —Podremos con esto y más, somos fuertes hermanito.

Ganyu era mayor que él y siempre le había cuidado, tal vez por eso mantenía una actitud más tranquila respecto al tema aunque también le doliera.

—Algún día ese idiota de Scaramouche va a acabar con mi paciencia...— murmuró Xiao sin salir de su escondite.

—¿Te hizo algo?— cuestionó la chica, preocupada.

Xiao suspiró y negó con la cabeza. Ninguno le había hecho nada directamente, al menos no esa vez, pero no había sido necesario.

—Deberías ir a dormir... espero que al menos tú lo pasaras bien.

—Bueno... Se rieron de mis cuernos— suspiró y se abrazó las rodillas mientras miraba a su hermano.

Xiao apartó las sábanas y se incorporó para poder mirar a su hermana más directamente. Suspiró y dejó a un lado su cascarón de indiferencia para abrazarla. Sabía lo crueles que podían llegar a ser los otros estudiantes y no debía ser nada fácil para ella sentirse extraña por sus rasgos.

—Son unos idiotas... ¿Quién ha sido?— cuestionó y la apretó un poquito más de forma protectora. A pesar de ser el menor, sabía que su hermana no tenía tanto carácter como para defenderse.

—No te preocupes por eso, da igual... No podemos cambiar lo que somos y prefiero quedarme sola— respondió y se abrazó más a él. Al menos estar con su hermano la hacía sentir mejor. —Ese chico, el rubio que nos invitó, parece buena persona.

La imagen de Aether apareció en su mente y Xiao no pudo evitar ponerse un poco nervioso. Odiaba que su corazón se acelerara de esa manera ante la simple mención de aquel chico.

𝘼𝙡𝙢𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖 (Xiao x Aether) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora