❝Tras un reto de amigos, Riki persigue a Jungwon esperando a que este acepte darle un pequeño beso en sus labios.
Sin embargo, es rechazado miles de veces con la excusa del pequeño coreano.
"Un beso debe ser algo especial. Debe haber amor de por med...
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• ꒰ first kiss ꒱ •
Quizás no era un cobarde, pero sí un hijo de puta.
Lunes en la mañana, aún no tocaban el timbre para poder entrar a clase. Riki se paseaba por los pasillos de la escuela, buscando un salón en específico.
Al finalmente encontrarlo, se metió sin tapujos y vio a unos diez alumnos dentro, todos mirándolo con rareza, pero él sin importarle y buscando a una cara en sí, y en el fondo lo vio. Su carita confundida y soprendida, con un pequeño rubor en sus bonitos mofletes y esos ojitos brillantes bien abiertos.
Se acercó con rapidez con el mismo diálogo en su boca. Sólo tenía que abrirla un poco para volver a soltarla.
Mientras se acercaba, el coreano se encogía en su lugar con miedo. Riki sí tenía un poco de empatia, y se agachó de cuclillas para quedar a un lado del más bajito qué lo siguió todo el tiempo con su mirada.
El bajito tenía ambas manos guardadas entre sus piernas, y es que se notaba la gran incomodidad de tener al chico que hace dos semanas o más, le había pedido un beso sin ningún tipo de filtro, mirándolo fijamente y teniéndolo a una distancia un tanto íntima.
─ Una disculpa. ─susurró el japonés. Confundiendo aún más al contrario. Los ojitos del coreano se iluminaron un poco, quizás creyendo que el menor sólo le iba a pedir perdón por sus extraños comportamientos. Pero no esperó lo siguiente─ Dame un beso y te dejaré en paz, lo juro.
El coreano soltó un suspiro pesado.
Apoyó ambos codos en su mesa y se tapo la cara con ambas manos, volviendo a negar.
─ No lo haré. ─respondió en un susurro sólo para que el chico a su lado lo oiga.
Riki quedó en silencio, pensando un poco en qué diría.
─ ¿Por qué? ─preguntó finalmente. Quizás obtendría una respuesta asqueada, quizás una cansada, tal vez una respuesta agresiva, incluso una sin ánimos. Pero le gustaba oír la voz bajita del chico negandole un beso.
El pequeño pelinegro se destapó la cara e inhaló con fuerza, tomando mucho aire.
─ Porque no quiero que mi primer beso sea así. ─soltó.
Riki ladeó su cabeza.
─ ¿Conmigo? ─soltó una risita.
─ Por un reto. ─respondió─ Sólo quiero que sea algo especial. No qué me obliguen a besar a alguien por puro capricho de alguien más. ─soltó─ Por favor vete, si alguno de mis amigos te ve-...
─ Está bien, ten un lindo día. ─lo interrumpió, levantándose y yéndose del salón de camino al suyo.
Suspiró y aún caminando, puso ambas manos en su nuca, levantando sus codos y mirando el gran techo de vidrio.
La fea mañana lo tenía de mal humor, y lo que acababa de pasar a cualquiera le empeoraría la mañana, ¿no?
Sin embargo..
─ No me voy a rendir. ─soltó en voz baja riéndose de su maldita terquedad y orgullo.
