❝Tras un reto de amigos, Riki persigue a Jungwon esperando a que este acepte darle un pequeño beso en sus labios.
Sin embargo, es rechazado miles de veces con la excusa del pequeño coreano.
"Un beso debe ser algo especial. Debe haber amor de por med...
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• ꒰ first kiss ꒱ •
¿Cómo había llegado a esa situación?
No esperó que al abrir la puerta de su casa para salir a pasear a su perro, se encontraría con un rostro enojado frente a él.
Ese tipo moreno más bajo que él mantenía ambas manos sujetándose a sus delgadas y arqueadas caderas, mirándolo realmente mal.
Un amigo del chico que ni sabía del nombre estaba ahí, frente a su puerta, con la intención de quién sabe qué.
Se hubieran seguido mirando entre ambos de forma intensa, de no haber sido por el siguiente comentario del más bajo.
─ Deja tranquilo a Jungwon. ─escupió poniéndose de puntitas para tener una corta distancia entre ambos rostros.
Soltó una corta risa silenciosa.
¿A caso ese flacucho buscaba intimidarlo con esos tiernos ojos de pudú?
─ ¿Quién es Jungwon? Una disculpa, chico. ─preguntó con burla con una ceja enarcada.
El bajito lo miró desconcertado.
─ ¿Me estás jodiendo, mocoso? ─soltó con confusión y enojo a la vez─ ¿En serio me dirás que no paras de molestar a Jungwon por un beso, sin saber su nombre? ─resaltó sus últimas palabras con voz indignada─ ¿Qué mierdas te pasa?
Riki enarcó una ceja.
Con que así se llamaba el chico.
Se encogió de hombros, restandole importancia.
─ Sólo es un reto, ¿La culpa es mía a caso? Pude haberlo dejado tranquilo desde el primer día si me hubiera consedido ese beso en primer lugar. ─dijo con obviedad.
El moreno se congeló en su lugar, dejándolo totalmente sin palabras.
Lo miró con desgano, y pasó por un lado del chico después de cerrar la puerta de su casa y ponerle la correa a Bisco, su perro.
Caminó en dirección al parque con su conciencia totalmente serena, hasta que el mismo tipo saltó frente a él, parando su paso inmediatamente.
Suspiró cansado.
─ Amigo, no sé qué te crees, enserio. ─dijo el bajito soltando una risa sarcástica─ Primero, créeme que no eres la gran cosa cómo para que Jungwon haya aceptado un beso tuyo la primera vez que te apareciste. Y segundo, deja de acosar a mi amigo, realmente lo incómodas. Y si sigues molestando, te reportaré con el director. Quiza así calmes tus hormonas alborotadas disfrazadas por "un reto". ─hizo las comillas, volteando sus ojos.
Nishimura sonrió de lado.
─ Jamás buscaría a alguien para saciar mi deseo, tontito. ─rió─ Aún que quizás pienses eso de mí, porque tú actúas de esa forma, ¿no, angelito? ─le susurro burlón, dejando poca distancia entre ambos rostros.
La piel morena del contrario se volvió carmesí de la pura furia por la ofensa.
Lo siguiente que el japonés sintió fue una gran bofetada cayendo en su mejilla izquierda, cerró sus ojos aguantando un suspiró.
Su mascota le ladraba al chico que sólo lo miraba con los ojos cristalinos, la culpa le cayó encima cómo un balde de agua fría al verlo aguantar sus ya casi visibles lágrimas.
─ Está bien, lo siento por eso. ─soltó en voz baja.
─ Escucha, imbécil. ─soltó con voz temblorosa, tomándolo por el cuello de su hoddie y acercándolo un poco a su altura. Él sólo pudo dejarse─ Quizás sí sea verdad lo de tu reto. Pero realmente deberías parar ya, porque no haces más que incomodar y avergonzar a Jungwon en cada lugar por el que se te cruza. ─está bien─ Si es un reto, y sigues buscándolo, no es por otra razón que no sea porque te está lastimando el ego su rechazo, y porque te molesta parecer un cobarde frente a tus amigos. ─auch─ Agradece que vine a advertirte yo y no otro amigo. Soy el único que pelea con bofetadas y arañazos. ─a ese punto ya lo había soltado.
No pudo evitar soltar una sonrisa ladina.
Su perro enano no dejaba de gruñirle al moreno, quién ahora sí lo miró.
─ Hazme caso si no quieres salir muerto. ─dijo─ Tu perro es bonito, no cómo tú, idiota. ─soltó burlesco y se fue, dejándolo en medio de la calle completamente solo y confundido con lo último.
Miró a su perro ladrarle a la distancia al aún desconocido amigo del chico que anteriormente había molestado por un beso.
─ Quizás a ti sí te aceptaría un beso, ¿no? ─susurró para sí mismo una pregunta en dirección al canino, sabía que no habría respuesta. Pero sabía que sería afirmativo.
