capítulo 1

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Lee Minho quería morirse en ese mismo instante.

Se supone que esa noche iba a celebrar su primer mes de relación con Kim Jungwoo, su alfa.

Hace un tiempo, el mayor había insistido tanto por una cita, que al final Minho aceptó porque le pareció bastante tierno. Luego de unas cuantas salidas más, terminaron por oficializar su relación tras unas semanas de cortejo.

El omega había trabajado duro preparando un par de sorpresas para que ambos pudieran disfrutar, sin embargo, no contaba con que su celo se adelantara unos días. Eso significaba un gran problema y Minho tuvo que mandarle un mensaje a su alfa diciéndole que tenían que posponer la celebración por una emergencia que había escapado de sus manos.

El omega desprendía feromonas de tristeza por toda su habitación, mientras que abrazaba su vientre e intentaba apaciguar el dolor de este, pero era en vano, no parecía ceder. Minho intentó distraerse con su teléfono, jugando con algunas aplicaciones, sin embargo, el ruido de la puerta principal lo distrajo. Sus padres y hermano habían salido a visitar a la tía de Minho, su madre ofreció quedarse a su lado hasta que se sintiera mejor, pero el omega prefirió negarse.

El castaño se levantó de su cama con lentitud y dificultad, dirigiéndose hacia el botiquín que había en el baño de su habitación. Lo abrió con cuidado, buscando con la mirada alguna tableta de los supresores que siempre dejaba a la mano en ocasiones de emergencia como esta, pero no encontró ninguna, Minho frunció el ceño empezando a preocuparse. Ni siquiera tenía la opción de salir a la farmacia, porque estaría en un estado vulnerable y cualquier alfa estúpido podría aprovecharse de su cuerpo si lo quisiera y en su condición de omega, él no podría hacer nada si eso sucediera.

—Mierda...—susurró el castaño, con una mueca de exasperación.

Ya que estaba en el baño, decidió tomar una ducha por tercera vez en el día, gracias a la sensación incómoda que le causaba el lubricare natural en su parte trasera. Cuando finalizó con su baño improvisado, volvió a cambiarse la ropa interior, se puso su pijama encima y salió de la habitación.

Como última opción, Minho bajó a la cocina, ya que su madre a veces guardaba supresores en los cajones de las pastillas, su decepción aumentó cuando no encontró nada. Bien, tendría que aguantar los dolores y su olor triplicado por dos días más.

Iba a subir a su cuarto a seguir descansando cuando el timbre de la puerta sonó, Minho sintió un escalofrío, rogando silenciosamente que fuera su mejor amigo Felix, quien era omega también, pero descartó la idea al darse cuenta que Lee, probablemente estaría trabajando. Sumando el hecho de que no sintió el característico aroma a sandías que desprendía su amigo un par de años mayor que él, sino que, al contrario, sintió un liguero olor a menta, el cual le pertenecía a su alfa.

Mordió su labio inferior con fuerza, debatiéndose entre abrir la puerta o no. Cada rincón de su hogar estaba repleto de su aroma a excitación y eso no indicaba nada bueno.

Maldijo por lo bajo cuando se encontró a sí mismo caminando hacia la puerta, para segundos después abrirla y sentir los labios de su novio estampándose en los suyos inmediatamente. El sabor del alcohol lo inundó de forma rápida, por lo que frunció su ceño, quería separarse de spu alfa para pedirle una explicación pero no pudo hacerlo, por otro lado, Jungwoo cerró la puerta de entrada con su pie, caminando con el menor lentamente hasta el sofá.

—Feliz aniversario, amor.—murmuró cuando se ubicó sobre el cuerpo del omega, quien gimió gustoso.

—Feliz aniversario, Jungwoo.—Minho sonrió, atrayéndolo a su boca. Sintió nuevamente la humedad resbalar por sus muslos. Supuso que el alfa empezaba a sentir su desesperación de ser tomado, ya que llevó ambas manos a su trasero.

padre soltero [banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora