Taylor
El hospital militar de Londres me recibe lúgubre como siempre, este tipo de lugares son deprimentes, pese a su increíble avance en la tecnología vanguardista médica, las guardias aquí son más largas y estrictas al igual que agotadoras, tratar con el personal militar en el área de trauma siempre te deja un mal sabor de boca, aunque ayudar a mi hermano es sus casos de mayor riesgo sea un reto, disfruto trabajar con él.
Fabián me espera en la entrada de emergencias y sé que no es buena señal. Bajo del Aston Martin y voy junto a él, poniéndome la bata blanca sobre mi uniforme camuflageado igual al suyo, cortesía del ejército, para mis estadías especiales con ellos, ya que por lo general mi lugar de trabajo es en el Mercie Kindom Hospital en el centro de Londres.
Ser el mejor especialista en traumas del país, se vuelve agobiante cuando no te dejan más opciones que aceptar casos que son imposibles de tratar, por muy bueno que seas.
–Hermano –saludo.
–Esto no te va a gustar –comienza el –sígueme.
Nos adentramos en la sala de emergencias que está relativamente vacía en comparación al caos que se acostumbra a encontrar aquí.
Fabián no dice nada durante el recorrido al ala de altos mandos y presiento que este será uno de esos casos que no tienen buen final.
Como de costumbre el piso está lleno de centinelas y guardias armados que registran a todo el que entra y sale.
Un oficial se acerca y nos despoja de nuestras pocas pertenencias guardándolas en una caja de seguridad.
–¿Que está pasando Fabián?
–Solo sígueme.
Percibo en su tono de voz que está molesto, a él tampoco le gustan los casos imposibles pese a que su área, cardiología, es más propensa a tenerlos constantemente.
Vamos hasta la última habitación del piso de cuidados intensivos especializados en traumas de guerra.
Si tuviese que adivinar diría que quién yace allí, está muerto y pretenden un milagro.
Colegas especialistas entran y salen aglomerando la entrada como si de un espectáculo se tratase.
–Los doctores Goldstein ya están aquí –comenta uno de los médicos haciendo que el resto nos abra paso.
–Coronel del destacamento británico del Primer Regimiento de Investigaciones Especializadas de Europa, Victoria Montero. Herida en una misión clasificada, dada por muerta y rescatada de la Mafia Rusa ayer por la tarde, llegó esta mañana a nuestras instalaciones –habla la jefa del piso Marta Palma –estado crítico, heridas múltiples por arma blanca, traumatismo encéfalo craneal con inflamación cerebral de primer grado. Tuvo falla multiorgánica durante la primera cirugía, por suerte pudimos traerla de vuelta, pero aún hay daño que reparar y necesitamos a los mejores para el trabajo. Es uno de nuestros mejores soldados, hija del primer ministro del regimiento francés, la opción es salvarla o salvarla, su padre quiere enviarla a Suiza, pero en este estado es una muerte segura.
–¿Entonces quieres que nosotros lo salvemos? –digo con desdén –la mujer es un colador con signos vitales que decaen cada segundo y ¿Pretendes que juegue a ser dios y le devuelva la vida?
–¡Taylor! –me regaña Fabián, pero aquí el militar es el, no yo, así que sus rangos me dan igual.
–Según la reputación que te precede, el único con el conocimiento y las habilidades para salvar a mi hija en este lado del continente eres tú.
Un hombre alto de avanzada edad, que mantiene su buena forma, pese al cabello teñido de blanco en su mayoría pero que aún conserva su buena presencia, se ve agotado, aunque la seguridad en su porte trasmite arrogancia y suficiencia.
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ABISMO: UNA TRAICIÓN TAN LETAL COMO EL VENENO
Romance¡Llegó el tan esperado momento! Sumérgete en una emocionante aventura llena de intriga, romance y giros inesperados. La trilogía de Oscuros Deseos, en su primera edición: Abismo, te hará vivir una historia fascinante donde los personajes cobran vid...