El Ensayo Fallido

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Tan pronto se abrieron las puertas y los Wren observaron la desagradable sorpresa de ver a la mandaloriana reprendiendo a su hijo en la lengua mando'a

- ¡𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘮𝘪𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘵𝘳𝘢𝘦𝘴 𝘵𝘶 𝘵𝘳𝘢𝘫𝘦!¡𝘔𝘪𝘳𝘢 𝘤𝘰́𝘮𝘰 𝘭𝘶𝘤𝘦𝘴!¡𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘑𝘢𝘸𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘮𝘣𝘳𝘦!
¿¡𝘈𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴..... 𝘖𝘩𝘩 𝘮𝘩𝘮... 𝘋𝘪𝘴𝘤𝘶𝘭𝘱𝘦 - respondió algo apenada Salck mientras su esposo Dión y Djarin entraban - 𝘖𝘩𝘩, ¡𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘹𝘲𝘶𝘪𝘴𝘪𝘵𝘰!¡𝘘𝘶𝘦 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘢 𝘥𝘦𝘤𝘰𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯!

- 𝘕𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘨𝘳𝘢𝘯𝘥𝘦 𝘤𝘰́𝘮𝘰 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢.. 𝘋𝘦 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘥𝘪𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 - comentó Din Dión al observar detenidamente la casa

- 𝘊𝘢́𝘭𝘭𝘢𝘵𝘦

- 𝘚𝘳 𝘺 𝘚𝘳𝘢 𝘞𝘳𝘦𝘯, 𝘭𝘢 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢 𝘮𝘢𝘯𝘥𝘢𝘭𝘰𝘳𝘪𝘢𝘯𝘢, 𝘦𝘭 𝘊𝘭𝘢𝘯 𝘋𝘪𝘯 - presentó el C3P0

- 𝘜𝘴𝘵𝘦𝘥 𝘥𝘦𝘣𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘭𝘢 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘖𝘮𝘦𝘳𝘢, 𝘮𝘦 𝘴𝘰𝘳𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘶𝘤𝘦.. 𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯𝘤𝘪𝘵𝘢 - recibe un fuerte codazo - 𝘉𝘶𝘦𝘯𝘰... 𝘊𝘢𝘴𝘪

- 𝘚𝘰𝘯𝘳𝘪𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰, 𝘴𝘰𝘯𝘳𝘪𝘦

- *esbozando una especie de mueca* 𝘌𝘯𝘤𝘢𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰, 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘱𝘭𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘳𝘦𝘤𝘪𝘣𝘪𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘲𝘶𝘪

- 𝘌𝘭 𝘩𝘰𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 - respondió la pareja al unísono, inclinando la cabeza

- 𝘛𝘰𝘮𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘦𝘭 𝘵𝘦́ 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘚𝘢𝘭𝘰́𝘯 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘢𝘭.. 𝘚𝘪𝘨𝘢𝘯𝘮𝘦, 𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘲𝘶𝘪 - mencionó la sra Wren mientras Salck quedaba maravillada con la decoración del hogar que realizaba tantas preguntas hasta llegar al salón

Sin embargo, Din Djarin se quedó atrás debido que el pasillo había un gran piano, de hermoso diseño y tras mirar a todos lados, tomó asiento para tocar una suave melodía...

*Reproduzcan la canción*

De hecho, se sentía tan tranquilo, como una persona normal, no cómo un mandaloriano. Como si por ese momento, su lado guerrero y fuerte se desvaneciera y revelase su lado dócil

Aunque, un poco a lo lejos no se imaginaba que mientras terminaba de arreglar su peinado, Omera logró escuchar la melodía haciendo que, por la curiosidad bajase para ver a aquel mandaloriano tocar en completa tranquilidad y uniforme

Sin embargo, el habérsele acercado con sumo cuidado y silencio provocó que Din sacará su blaster contra ella, asustandolos a ambos

- 𝘓𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰, 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥. 𝘕𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘮𝘪 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘴𝘦𝘯̃𝘰𝘳𝘪𝘵𝘢 𝘞𝘳𝘦𝘯. 𝘌𝘯 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 𝘭𝘰 𝘭𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰. 𝘋𝘪𝘴𝘤𝘶𝘭𝘱𝘦 𝘮𝘪 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘳𝘵𝘦𝘴𝘪𝘢 - respondió Din, manteniendo su puño en el pecho e inclinando la 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢

𝙀𝙡 𝘾𝙖𝙙𝙖́𝙫𝙚𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙉𝙤𝙫𝙞𝙖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora