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-Ellos que me tocaron las narices más bien, no es mi culpa que se pusieran en medio o pensaran que podían conmigo como si nada- alzo mis hombros y la escucho reír por lo bajo 

-Hay que ver en los líos en los que te has metido en mi ausencia- niega divertida antes de sentarse en mi regazo ya que a todo esto yo me he sentado en el borde de la cama

-Y lo volvería a hacer con tal de no ser pisoteada por esos idiotas, pero no me preocupo porque busquen venganza, total, los muertos no cuentan cuentos- sonrío con maldad y parece sorprendida pero vuelve a sonreír

-Echaba de menos esa maldad que tienes en tu interior- besa levemente mis labios mientras poso mis manos en su cintura

-¿Sólo eso?- pregunto sobre sus labios y vuelve a reír

-No sólo eso, más bien echaba de menos todo el conjunto que te hacen quien eres hoy en día- vuelve a besarme pero de forma más lenta, sin prisa alguna hasta que necesitamos recuperar la respiración, como ya es tarde nos acostamos a dormir temprano ya que mañana va a ser un día duro para ambas y debo de meterme en mi papel, así que nos levantamos antes del amanecer para preparar todo, bajo a comer algo antes de ir al establo y preparar a mi corcel para el corto camino que nos queda, pasamos frente a las casas que están en completo silencio y subimos por una colina bastante alta ya que es preciso que no esté tan cerca de los aldeanos por si acaso, pero de repente escucho como si fuera una explosión y el grito de una mujer, viene de la aldea y yo ya estoy subiendo la colina, trato de seguir pero mi instinto me dice que vaya a ayudar, miro al cuervo dorado en mi hombro 

-No puedo quedarme quieta, pueden necesitar ayuda- veo que asiente con la cabeza y cambio el rumbo de Rocinante y galopa de regreso a la civilización y sigo el rastro de la columna de humo, llegamos a un edificio que resulta ser el burdel, hay varias muchachas fuera de ahí y una o dos saliendo por la puerta principal, bajo del corcel y me acerco a una de ellas- ¿qué ha pasado aquí?- 

-Unos jóvenes estaban armando jaleo porque supuestamente una de nosotras les ha robado y querían que se lo devolviéramos y nos negamos y han hecho esto- explica con rapidez

-¿Queda alguien dentro?- miro el edificio quemándose

-No lo sé mi señora, pero creo que sí- asiento antes de coger una bufanda de entre mis cosas del caballo y la pongo alrededor de mi boca y nariz tras mojarla con agua y me dispongo a entrar- ¿a dónde va?- trata de detenerme

-Alguien tiene que ayudar- me suelto de su agarre y entro por la puerta teniendo cuidado de no quemarme, recorro como puedo el primer piso y no encuentro a nadie- ¿hay alguien aquí?- digo en alto para ver si alguien contesta y escucho un grito que viene de arriba así que subo con cuidado las escaleras y teniendo en cuenta cuales son las que están en mal estado, llego a la parte alta y busco esa voz- ¡por favor necesito que me diga dónde está!- digo alto y escucho gritos de una mujer venir de una habitación con la entrada casi obstaculizada, consigo quitar los escombros a pesar de que queman y me acerco a la joven que está tosiendo por culpa del humo mientras sujeta a otra chica inconsciente en sus brazos

-Ayuda por favor- dice como puede y me acerco a ellas

-Tranquila, os sacaré de aquí- me acerco y me quito la bufanda y se la doy- ten, cúbrase la boca y la nariz y procure que su amiga también esté cubierta- ella hace caso mientras que busco una salida, veo entrar un cuervo dorado revolotear a mi lado y luego hace que le siga y me guía a una ventana un con un par de tablones de por medio, los quito a pesar del daño que sufro en las manos para dejar libre la ventana y vuelvo hacia la chica- ¿puedes levantarte y caminar?- asiente y le ayudo a hacerlo- ve a la ventana- lo hace y yo cargo con la otra chica inconsciente, llego hasta ella y miro los árboles y después el suelo, no me queda de otra que usar mi magia ya que seguramente las escaleras estén destruidas, hago salir bajo el asombro de los espectadores una raíz bastante grande y hago que suba, la chica mira todo esto con miedo- tranquila, lo estoy haciendo yo, tú sólo sube y agarra a tu amiga- le ayudo a hacerlo como puedo y después le doy a la otra joven antes de bajarlas y ya les ayudan, retrocedo y voy en busca de alguien más que pueda haber dentro y escucho el llanto de un niño o niña, voy lo más rápido que puedo hacia el cuarto donde se escucha más alto y encuentro a una niña pequeña llorando y tosiendo- tranquila pequeña, yo te saco de aquí- me alarmo al escuchar algo romperse y cubro a la niña justo a tiempo cuando cae sobre nosotras varios escombros ardiendo, reprimo un grito de dolor y cargo a la niña en brazos- no te sueltes de mí, todo va a salir bien- trato de calmarla un poco, la ventana está tapada, tendré que salir por donde mismo vine, salgo del cuarto siendo guiada por Ravenna que se ha quedado conmigo y veo que las escaleras efectivamente están destruidas, busco alguna salida pero sólo me queda saltar- princesa, cierra los ojos muy fuerte y agárrate con fuerza, ¿sí?, todo saldrá bien- asiente y noto cómo lo hace y con cuidado logro saltar a la planta principal y corro rápido a la puerta principal y logro salir justo a tiempo cuando muchos escombros caen en la puerta, dejo a la niña que como puede corre hacia un muchacha que estaba muy preocupada, me acerco a la chica inconsciente y noto que le cuesta respirar- ha respirado mucho humo- me centro en el humo de sus pulmones y consigo sacarlo de ahí y la chica abre los ojos y tose con fuerza- tranquila, respira- le indico y sigue mi consejo, de repente siento un golpe que me tira a un lado

-Puta bruja de mierda, debieron haber muerto todas, por tu culpa ahora estas putas están con vida- dice un joven enfadado con varios chicos tras él de varias edades hasta creo que los casi 30 años, algunos están armados

-Eso no es motivo para arrebatar la vida de personas que no os han hecho nada, pandilla de mentirosos- le hecho en cara y me ve con asombro mientras me pongo en pie

-Te vas a enterar, acabaremos contigo asquerosa bruja- dice otro que está armado con un hacha dispuesto a herirme, lo esquivo una vez me he alejado de ellas y voy corriendo hacia mi caballo y me da tiempo de coger mi espada en el momento exacto de que me corten con otra cosa, soy rodeada por el grupo de hombres

-Qué injusto, dejadme que cuente- cuento en alto y rápido cuántos son- un grupo de 10 hombres contra una sola mujer, veo que hay una clara desventaja- recalco lo evidente

-Claro, que la hay, somos más y vamos a acabar contigo que estás sola- dice otro triunfante y sonrío de lado

Hasta que nos volvamos a ver Donde viven las historias. Descúbrelo ahora