Vacío

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El ojirubí se encontraba con la mirada vacía, observando el cuarto contrario al suyo repleto de sangre, navajas (entre otros elementos) y sobre todo, los cuerpos de sus ya fallecidos hermanos, claro, todos menos Nezuko, quien luego de ser violada brutalmente fue llevada por tres hombres, su destino era incierto, tan inesperado y esperado al mismo tiempo.

Que los dioses lo perdonen, pero en ese preciso momento deseaba que su hermana hubiera muerto, nadie merecía una vida tan "repugnante" luego de tal desastre en su cuerpo.

Ahora no sabía que sería de el, sus padres murieron, sus hermanos murieron, no tenía nada en la vida, se cuestionaba de que manera tal vez lo matarían.

Esos tipos se veían como auténticos psicópatas, tal vez usarían veneno, aunque sería muy básico, tal vez lo someterían a torturas como en ese juego que vio a su hermana jugando hace mucho tiempo, se llevó un buen regaño cuando la descubrió.

Estaba tan perdido en ese vacío de pensamientos que no se dió cuenta de cuando Muzan entró y se sentó en el mismo lugar que antes.

-Lamento todo el espectáculo, probablemente quieras devolver tus órganos luego de eso, te recomiendo que lo hagas en ese balde de la esquina, nos costó mucho limpiar este lugar luego de las otras víctimas - rió secamente para luego ver con seriedad al Omega.

-Supongo que te preguntarás qué haré ahora contigo, no es así?- tomo un respiro antes de seguir hablando - muy simple niño.












-Has escuchado de estos centros de compra y venta de omegas probablemente, bueno, te tengo una maravilla de noticia, hemos decidido venderte a uno de estos centros, es necesario que el dinero que tus padres nos quitaron regrese, y estoy seguro de que con una belleza como tú lograremos recuperarlo e inclusive aún más -


Sus ojos se abrieron en sorpresa, sus labios se entreabrieron pero nada salió de ellos.

Su mirada volvió a ser la misma vacía de siempre, nada del brillo característico de sus ojos se hacía presente, en cambio era una sombra la que devoraba el brillo en sus ojos.

Suponía que harían algo así, por lo que ya se había resignado a luchar.

No pelearia, solo aceptaría sus torturas, aún si eso no habría sido lo que su familia querría.

No quería vivir.


____________3 horas luego______________

Se encontraba en las afueras de un sitio perfectamente oculto, estaba dentro de una camioneta, atado y con la vista cubierta, aún así su nariz podía oler perfectamente.

Había un aroma a excitación, rabia, enojo, tristeza, miedo.

Supuso que habían llegado cuando escucho como se abrió la puerta.

Lo sostuvieron como una muñeca para luego ponerle algo en la nariz, luego de eso solo había oscuridad total.















Entoncess, que tal esas pocas horas..
PERDÓN, A VECES PIERDO LA INSPIRACIÓN.
Pero aquí está el capítulo, en el capítulo siguiente aparece el ser más fachero y más dark posible.

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°Esperanza 0° [Giyuutan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora