Capítulo 6: Conocemos a la mejor conserje del mundo

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Dolor de cabeza y la boca más seca que un desierto son unos de los síntomas que deja la resaca.

–¡Addams!, ¡Dile al que está quemando el timbre que espero que compre uno!.– gritó mi mejor amiga sabiendo que estaba a su lado.–

Le di un golpe y me levanté como un zombie hasta la puerta donde un hombre de traje oscuro esperaba.

–Juro que no he vuelto a contar cartas en las Vegas.– levanté mis manos en señal de inocencia con un ojo cerrado y un mechón de mi cabello quedándose en mi rostro.–

–Señorita Addams, usted y su mejor amiga deben alistarse para su primer día en el instituto.– dijo el hombre con voz formal y esas palabras me cayeron como un balde de agua fría.–

–¿Era hoy?, ¿Tan temprano?.- pregunté algo perdida.–

Yoko era de muy mal humor en las mañanas.

–Yok, tenemos que irnos.– susurré aún moviéndola con algo de miedo.–

Ella empezó a moverse y finalmente se giró a mi, matándome con esos ojos café.

–Necesito una buena razón para que me despertaras de mi lindo sueño donde insultaba a Donald Trump cara a cara.–  masculló mirándome fijamente.–

–Amm, ¿Es nuestro primer día de instituto?.– fruncí el ceño y creo que ella también despertó después de eso.–

–¿Era hoy? ¡Joder!.– exclamó levantándose pero al parecer tuvo un viaje intergaláctico porque casi se me cae la niña.–

–Tenemos que irnos.– dije soltándola y corriendo hasta mi baño. Yoko hizo lo mismo y en pocos minutos ninguna parecía haber tenido una fiesta ayer.–

Eso si, nos tuvimos que colocar lentes de sol , porque ni todo el maquillaje del mundo podía quitarnos las ojeras de mapache que teníamos.

Fuimos al estacionamiento y oprimí el pequeño botón que había en el llavero escuchando a lo lejos como la alarma de seguridad se desactivaba. Yoko y yo caminamos hasta el lugar donde provenía el ruido y casi se nos cae la mandíbula.

Frente a nosotras había un Lamborghini azul metalizado esperando ser usado, Yoko y yo nos miramos antes de caminar hacia el auto y entrar a él.

Tomé las llaves y encendí el lujoso auto admirando por un corto momento el rugido del motor.

Conduje por las calles de New York hasta el instituto de mi "novia" ganándonos muchas miradas de personas en las calles.

Yoko estaba como yo, no se creía que estuviéramos en un auto tan lujoso como ese y no se lo creyó hasta que llegamos a ese instituto llenó de niños ricos.

Tuve que frenar algo brusco gracias a una paloma que se cruzó en mi camino y eso provocó que los neumáticos sonaran muy fuertes ganándose la atención de todos lo que estaban en el aparcamiento.

Estacioné al lado de una motocicleta que se llevó toda mi atención y al parecer Yoko y yo nos llevamos la atención de muchos al bajar del auto.

Habían chicos muy bien vestidos y chicas muy lindas con las mejores marcas del mundo sobre sus cuerpos.

Encendí la alarma de seguridad y al girar vi a Enid al lado de las chicas que la acompañaban en la pizzería el día que la conocí.

La rubia alta con quien descubrí que la rubia era algo torpe se estaba burlando de ella y yo girando a ver a los espectadores descubrí que miraban mucho a Enid y a mi como si esperaran algo.

Pizza |•Wenclair G!P•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora