Capítulo 9: Me obligan a bailar

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–¿Te lo dije o no te lo dije, Semanita?.– preguntó Larissa con una gran sonrisa.–

–Tenías razón todos se la creyeron. – Yoko chocó manos con ella.–

Nos quedamos en silencio unos segundos después de reír un poco y de la nada Larissa sacó una pequeña bolsa con lo que creo que es...

–¿Eso es cocaína?.– pregunté viendo como Larissa empezaba a rastrillarlo.–

–Nooo que va, es leche en polvo.– Larissa rodó sus ojos sonriendo con diversión. Yoko empezó a reírse de mi.– ¿Quieres un poco, Addams?.–

–No gracias, no soy Yoko.– negué su ofrecimiento y ella se encogió de hombros.–

–De todas maneras esto no hace nada... .–

10 minutos después...

–¡¡UUUUUHHHH!! ¡¡ARROZ CON LECHE ME QUIERO CASAR, CON UNA SEÑORITA DE LA CAPITAL!! ¡¡QUE SEPA COGER, QUE SEPA MAMAR, QUE SEPA HACERLE MASAJES A MI MAMÁ!!.–

Cantaba a todo pulmón Larissa mientras Yoko y yo la llevábamos hasta su "oficina", osea, el cuarto de implementos de oficio.

–Joder Addams, ¿puedes callarla?.– suplicó Yoko soltando pequeños jadeos.–

Paré un momento a respirar y miré a mi alrededor buscando algo para poder callarla, lo único que logré ver cerca fue una sartén. ¿De dónde salió? La respuesta está en tu corazón porque yo no tengo idea.

El punto es que fui por la sartén y después de mirar varios segundos a Yoko y de escuchar a Larissa gemir como una vaca dando a luz... Le di un sartenazo a la conserje drogada.

Entre Yoko y yo la llevamos hasta su "oficina" y la dejamos allí prácticamente durmiendo y chupándose el dedo.

–Esto nunca pasó, Tanaka.– dije tomando aire.–

–Ahora solo existe en mi memoria... .– Yoko hizo una pose dramática mientras el viento de la rosa de Guadalupe hacía que su cabello se le pegara a la cara.–

Arruine su lindo momento dándole con la sartén.

–Hija de... .–

–El carnicero.– contesté riendo y guardando mi nueva arma personal.–

¿Quién dice que ver dibujos animados a los 20 no es eficiente?

–¿Qué clase tienes, Addams?.– preguntó mi amiga tocando su cabeza y haciendo una mueca.–

–Tengo clases de baile.– miré mi horario encogiéndome de hombros.

–Yo tengo clases de costura.– dijo Lauren haciendo una mueca.–

–Ve y me haces unos bóxer nuevos.– le guiñe mientras reía.–

Yoko me cayó con un sartenazo.

–Agresiva... .–susurré tocando mi cabeza.–

–Deberías verme en la cama.– Yoko me guiñó dando media vuelta y alejándose a carcajadas de mi.–

Caminé hasta el salón de baile, me perdí unas cinco veces pero logré llegar. Allí estaba el maestro de pie con unos feos shorts mostrando sus blancas y peludas piernas, que asco.

Los demás estudiantes, que no eran muchos, estaban calentando. ¡Oh sorpresa! Enid estaba allí. Fido observaba todo sentado en las gradas y yo no me quedaba atrás viendo los esculturales cuerpos de aquellas estudiantes... Enid me descubrió y me dio con Fido.

–¡Auch!.– me quejé, para ser un lobo de peluche daba golpes muy fuertes.–

–¿Qué crees que haces?.– preguntó Enid abrazando a Fido.–

–¿Qué crees que haces tú? Interrumpiste mi momento, Lobita.– me crucé de brazos "enojada", pero no podía gracias a la adorable escena de Enid abrazando a Fido con cariño.–

–No me digas "Lobita" y deja de serme infiel visualmente.– arrugó su frente y yo no pude evitar reír.–

–¿Infiel visualmente? No seas payasa. Y te seguiré diciendo Lobita así no quieras.– afirmé tocando su frente y dejando mi sartén al lado de sus cosas.– ¿Puedes decirme que hago aquí?.–

–Pues bailar, Addams.– se encogió de hombros.– Aquí aprenderás a no ser un asco en el baile de graduación.–

–¿Y si quiero ser un asco?.–

–Entonces prepárate para ser despedida.–

–Uyy, córtate las uñas Lobita. Está bien, ya estoy aquí, ensayemos para ese baile.–

–¡No es cualquier baile!.– me regañó.– ¡Es el baile! La noche en la que estaremos por última vez compartiendo juntos antes de enfrentarnos a la vida, la noche en la que debemos usar los más hermosos vestidos, la noche perfecta par brillar, la noche p... .–

–Ya entendí, ya entendí. ¡Es la noche!.– hice un arco con mis manos mientras ella volvía a golpearme.–

–Vamos con el profesor.– me tomó de la mano y me llevó al frente donde aquel profesor raro seguía haciendo unas muy extrañas poses.–

–¡Bienvenidos a su clase de baile! Aquí aprenderán el maravilloso arte de la danza y también aprenderán a no ser un asco a la hora de sacar a bailar a su pareja. El día de hoy empezaremos con el vals que es el momento especial para besar a su pareja.– el maestro estiró sus labios y empezó a besar la palma de su mano.–

Que escena más asquerosa.

–Haré una demostración con dos voluntarios.– pidió y yo miré a todos los que estaban allí que me estaban mirando a mi, cuando giré mi cabeza hacia Enid ella estaba muy sonriente levantando nuestras manos.–

¿Como no lo sentí?

–Perfecto, nuestra nueva pareja será la demostración. Vengan, vengan, pasen al frente.– nos pidió y la loca lunática de mi "novia" me arrastró al frente.–

–Lo primero que debes hacer... .–el profesor hizo una pausa esperando que diga mi nombre.–

–Merlina Addams.– contesté de mala gana.–

–Lo primero que tienes que hacer, Merlina. Es tomar de la cintura a Enid y atraerla a ti.–

El maestro llevó una de mis manos a la cintura de Enid y la apegó más a mi. Yo aún seguía con la cara de orto que me enseñó a hacer Yoko.

Después de eso, Enid colocó una mano en mi hombro y la otra la unió delicadamente con la mía. Yo seguí con mi cara de orto a pesar de la cálida sensación que sentía al tener a Enid tan cerca de mi.

–Otra regla muy importante a la hora de bailar con tu pareja es sonreír, Merlina.– me advirtió el profesor y yo miré a Enid quien sonrió con inocencia mordiendo su lengua y eso me hizo sonreír a mi.–

El profesor colocó la música y Enid y yo empezamos a movernos lentamente. Hubo un momento en el que nos dejamos llevar por la música y ahora mis dos manos estaban en su cintura y las de ella estaban rodeando mi cuello. Bailamos, giramos, nos tropezamos y reímos hasta que la música se acabó ganándonos los aplausos de los demás estudiantes. Después de eso seguimos bailando hasta que la clase acabó y nos dejaron libres.

–No bailas tan mal como pensé.– comentó Enid mientras caminábamos por el pasillo.–

–Bueno, estoy llena de sorpresas.– le guiñe un ojo con falsa arrogancia y eso la hizo reír.–

–Me divertí mucho, Addams.–

–Yo igual, no fue tan horrible como pensé.–

Cuando Enid iba a abrir la boca para hablar, apreció Yoko agitando unos bóxer color gris como el color de Fido.

–¡TENGO TUS BÓXER, ADDAMS Y COMBINAN CON EL LOBO DE ENID!.– 

Yoko se ganó su segundo sartenazo del día... 

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