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Capítulo 13: Mi primer evento.

–¡Te lo agradezco mucho, Addams!.– dijo Yoko entrando al departamento agitada.–

–¿Qué hice ahora?.– pregunté llegando hasta ella.–

–Aparte de nacer, ¡Me dejaste tirada idiota!.– vino hasta mi y me dio un ligero golpe en el brazo.–

–Lo siento, pero tener a Lar enojada es como tener la muerte sobre ti.– me excuse cruzándome de brazos.–

–Dímelo a mi, pensé que no iba a convercerla de dejarme llevar a Div a la fiesta.–

–¿Lo conseguiste?.–

–No, fue Div quien le dijo que estaba segura de que yo la cuidaría. Después de mil advertencias accedió y luego alguien pasó mirando el periódico y diciendo que tú eras una idiota por traicionar a Enid. Lar le quitó el periódico y vio la foto de Divina junto a ti y fue como un toro hacia donde estabas.– explicó con una pequeña risa.–  Por cierto, ¿Para qué te necesitaban?

–Enid y sus amigas pensaron que Div era una más de mis conquistas y se enojaron porque estaba echando a perder el plan.–

–¿Segura que fue por el plan?.– Yoko levantó una ceja con picardía y yo fruncí el ceño.–

–Claro que es por el plan, Enid quiere lo mejor para la empresa de su padre y si lo mejor es que finja tener una relación conmigo ella lo hará. ¿En qué piensas?.– pregunté y ella solo levantó sus manos en señal de inocencia.–

–Solo decía, Addams. Mejor vamos a cambiarnos, en una hora vienen por nosotras.–

–Tendríamos más tiempo de no ser porque alguien tardó horas en llegar.– la miré intencionalmente.–

–Claro, como tu no tuviste que caminar al otro lado de la ciudad, encontrarte a cinco ex novias, saludar al presidente y salvar al mundo ¿Cierto?.–

–Eres una exagerada, Tanaka.– reí entrando a mi habitación.–

Caminé hasta el borde de mi cama donde estaba el grandioso traje que había escogido Enid para mi, 10 minutos después tenía puesto un pantalón blanco, tenis adidas blancos con azul, una camiseta blanca y un blazer azul marino. Yoko entró a mi habitación ya vestida y ambas nos quedamos mirándonos.

–No ser hambre para darte tres veces al día, Addams.– comentó con picardía haciéndome soltar una gran carcajada.–

–Me sonrojes Tanaka.– tapé mi rostro y después caminé hasta ella dándole una vuelta para que luciera ese hermoso vestido agua marina.– Te ves hermosa, Vampirina.–

–Tú igual, semanita.–

El timbre de nuestro departamento sonó y ambas bajamos a abrir la puerta donde estaba Bill con un elegante traje.

–¡Wou! Bill, luces fantástico.– halagué silbando coquetamente.–

–¿Hoy irás a cuidar que la familia Sinclair no pruebe un solo trago sin antes probarlo tú?.– se burló Yoko y Bill mostró un rostro de sorpresa.– No te me hagas grandulón, pudimos haber estado muy ebrias pero yo recuerdo tus palabras.–

Los tres empezamos a reír.

–No he tenido la oportunidad de decirles que están maravillosas.–

–Eso ya se sabía Terminator.– dije con falsa modestia ganándome un suave golpe de Yoko mientras Bill reía.–

–Llegó la hora de irnos, chicas. La limusina espera.–

–¡¿La qué?!.– exclamamos Yoko y yo al unísono.–

–Limusina, chicas. También debemos ir por tu cita Tanaka.–