¿Podré sin ti?

18 de marzo.

ELLA

Me levanto con una llamada de parte de mi mamá a las 7 de la mañana, ya uno no puede tener su sueño de belleza completo. Me llamo para decirme que tenía una cita en un hospital para colocarme el aparato del brazo; ella dice que es una manera de cuidarme, cómo no puedo pelearle, acepte.

Agarro mi teléfono para ver mis mensajes y tengo mis buenos días de José, se levanta cada día antes de ir a su trabajo y me los da, me parece una atención muy linda; respondo y le cuento lo que haré en mi día, además que lo felicito porque el día de hoy está de cumpleaños, es 3 meses mayor que yo el hombre.

Me pongo a cocinar el desayuno, mientras que se prepara el agua para darme un baño. Me provocó hacerme una arepa frita con diablito, en eso recibo un mensaje y voy a verlo.

¿Quieres que te acompañe?      Me pregunta José.

Este tu cumpleaños, ¿En serio vas acompañarme a un hospital a ponerme un aparato?     le pongo.

Si, ¿Por qué no? Quiero hacerlo, quiero acompañarte.    Me pone y sonrió.

Entonces nos vemos en la estación La Paz, ¿Vale?    

Pongo a cargar el teléfono y me voy a bañar, la arepa frita la dejo reposar, porque si se abre así caliente, se rompe.

Al salir del baño, me pongo una camisa rosada y un jeans, con mis converse blanco.

Me siento a comer mi arepa con diablito acompañada de mi café, en eso mi hermana se despierta.

-¿Saldrás?-Me dice.

-Si, me iré a poner el aparato del brazo, orden de mamá.

-La apoyo, uno nunca sabe lo loca que puedes llegar hacer.- Me dice mi hermana.

-No salí embarazada con Jesús que lo veía todos los días y ajá.

-Aja ¿Qué? - Me dijo y puso cara pícara.

-Nada, chismosa. No creo embarazarme.

-Tu eres demasiado salada.

-La verdad es que sí, no se quién es más salada, si Julieta o yo.-Le digo.

-¿Cómo está ella?-Me dice.

-¿Mi prima? Anda más loca que ayer, pero menos loca que mañana.

-¿Sigue en esa relación?

-Sí, tú sabes que ella da todo por esa relación- Le digo.

Julieta es mi prima-hermana, es una persona demasiado genial, muy linda, pero tiene una relación muy complicada.

Termino de hablar con mi hermana, ya que tenía que apurarme para salir, tampoco quiero llegar tarde acá. Agarro mi bolso, el estúpido tapaboca y mis llaves, me despido de Gaby, y salgo de la casa.

Voy saliendo, me iré en metro así que muy seguro tardo en llegar. Le digo.

Tranquila, yo calculo el tiempo para estar ahí. Me dice José.

Salgo del edificio, bajo corriendo las escaleras por qué ahí estaba el metro, y en serio es demasiado lento, tardare como 1 hora en llegar y eso que son solo 5 estaciones, más o menos. Pague mi ticket, logré montarme en el tren, y apenas me senté arrancó; busque mis audífonos y me puse a escuchar mis canciones favoritas.

Llegue a la estación La Paz, toda sudada, al subir y recibir un poco de aire, me pongo a ver si José estaba por ahí y no estaba, reviso mi teléfono y tenía un mensaje de él.

Estaba haciendo un trabajo, pero ya lo terminé, voy saliendo. Me puso hace 10 minutos.

Imagino que debe estar cerca, sigo escuchando música y a lo lejos pude notar que venía corriendo, vestía con una camisa muy formal y unos jeans, estaba muy lindo... Me hizo sonreír.

-Hola- me dice y sonríe.

Sonrió y lo abrazo, él me recibe ese abrazo... Muy cálido, muy cómodo, muy seguro.

-¿Y eso?-Me dice él.

-Fue un abrazo de cumpleaños-Le digo y le indico para ponernos a caminar al hospital.

-¿Queda muy lejos el hospital?-Me pregunta.

-No, si vamos hablando verás que llegaremos rápido.-Le digo- ¿Cómo te fue?

-Bien, normal-Me dice- Mi jefa me cae muy bien y me enseña, pero a veces me aburro.

-¿No te metes en problema por qué te conectas en Facebook desde allá?

-No, mientras haga lo que ella me pida, cuando lo pida, no hay ningún problema.

Seguimos hablando de nuestras cosas hasta que llegamos al hospital, por estas cosas del COVID-19 tuve que entrar sola, pero como me estaban esperando, fue realmente rápido tardé unos 20 minutos. Al salir, José estaba sentado esperándome, me vio y me pregunto si estaba bien, lo decía por el vendaje que tenía en mi brazo derecho.

-¿No te duele?-Me dice mientras caminamos de regreso.

-Un poco, pero mientras no haga ningún esfuerzo, todo bien.

-O sea que no puedes hacer nada con ese brazo ¿Eres zurda?

-No, no lo soy- Le digo.

-¿Entonces por qué te lo pusiste en ese brazo?

-Porque todo lo cargo con la zurda, si debo hacer peso con algo, es con la zurda. 

Nos tocó regresarnos en metro, pero corrimos con suerte que apenas bajamos estaba llegando el de nosotros, nos montamos y fuimos echando cuento todo el viaje.

Al llegar, subimos la colina para los edificios donde vivimos, al llegar a la terraza, a él le silban, pero no sabía quién fue; él entro a su casa y yo a la mía, como a los 10 minutos me tocaron la puerta y era un vecino que me trajo una torta pequeña que había mandado a pedir para José, es su cumpleaños y aunque apenas nos estamos conociendo un detallito no está nada mal.

Dicen que los pequeños detalles, son lo que hacen la diferencia.

El

Apenas llegué a la casa, me metí a darme una ducha y luego me senté a comer, mi familia me estaba mirando mucho, pero trate de ignorarlo.

Me conecto en la computadora y tenía un mensaje de Arantza, pidiendo que saliera un momento, que tenía que darme algo, le respondo y me levanto.

Al salir ella están fuera, con una tortica, sonrió y me acerco.

-¿Y esto? - Le digo .

-Es tu cumpleaños, un pequeño detalle. - Me dice y sonrió, en eso se acerca y me da un beso en el cachete.

-Gracias- Le digo.

-A ti, por acompañarme hoy.

Ella sonríe y entra a su casa.

Entro a la mía y guardo la torta, es pequeña, así que será toda mía.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-Me dice mi mamá.

-Dime.

-¿Dónde estabas? Es que tardaste en llegar.

-Y llegaste muy distinto- Me dice mi tía.

-Les informó, que me acaban de dar  el mejor regalo de mi vida- Les dije y se miraron entre si- Por 5 años.- Dije.