07

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El tiempo siguió pasando, y Samantha hubiera querido que algo de su relación cambiará luego de aquel pequeño beso que Abril le había dado, pero para su suerte, o desgracia, no avanzaron mucho más.

Si, solían salir caminando de la mano, y las muestras de afecto de la mayor, como los abrazos o los mimos en el cabello, aumentaron, y a Samantha le encantaban.

Pero no hubo más besos, al menos no en los labios, a veces Abril dejaba un beso en su frente al dormir o en su mejilla al despedirse.

Y Samantha quería besarla con muchas ganas, pero era muy tímida, se sentía muy torpe e insegura para dar un simple paso y besarla de una vez.

"Sólo ve y bésala" le dijo SM, cansada de que estuviera todo el día pensando en los besuqueos con su compañera de cuarto.

"Como si fuera tan fácil".

"Sólo tienes que ir y comerle la boca, cobarde".

"Prueba besándolo tú a ver si es tan fácil, SM" Samantha rodó los ojos.

"Soy hetero, no voy a besar Mujeres".

Samantha decidió ignorarla, tuvo que esperar hasta las seis de la tarde para que Abril terminara sus clases y regresara al cuarto, con escuchar sus pasos fue hacia la puerta para mirarlo con los mejores ojitos de cachorro triste que pudo poner.

Funcionaron en seguida porque Abril la miró e hizo un leve puchero, cerrando la puerta detrás de ella.

—Owww Sams —tomó sus mejillas con suavidad, acariciándolas con sus pulgares, de inmediato la castaña sonrió —¿Tienes mimitis?

—¿Mimitis?

—Falta de mimos, puede ser crónica, muy grave.

—Creo que tengo mimitis —dijo, asintiendo.

Abril dejó un besito en su frente.

—Vamos que te doy abrazos y mimos para tu mimitis, Sams —dijo, tomando su mano y yendo hacia el dormitorio, se quitó su abrigo y dejó el bolso de la universidad a un lado, para luego echarse, junto con la menor, sobre su cama.

Samantha apoyó su mejilla sobre el pecho de la mayor, y podía escuchar sus tranquilos latidos, estaba muy calentita, y en el frío de principios invierno se sentía más hermoso, rodeó su cintura con cariño, mientras Abril hacía lo mismo con sus hombros, y dejaba mimos sobre su cabello.

—Eres como un perrito que no vió a su dueño en todo el día —comentó Abril con gracia.

—Me estaba sintiendo algo mal.

—¿Por qué? ¿Qué te duele? ¿La cabeza de nuevo?

—No, no... —tomó aire antes de decirlo—. Abril... Me preguntaba, ¿Por qué no volviste a besarme?

—Porque quiero que me digas que estás segura de ello.

>> Me refiero... A que si te beso tanto como quiero hacerlo, porque quiero hacerlo, ¿Eso hará que otro Alter aparezca? ¿Y si te sientes insegura, no estás lista aún, por más ganas que tengas... Y si no es tu momento?

>> No quiero besarte, hacerte sentir incómoda, o alertar a alguno de tus protectores, y terminar besando a Bunny... O a SM.

—Eso es un asco, iugh—dijo SM—. Lo siento —habló Samantha de nuevo.

—Está bien, Sams —dijo Abril, dejó otro besito sobre su cabeza—. No quiero tampoco que un beso sea un desencadenante y te pongas mal, quiero estar completamente segura que estarás bien, que nada te traerá malos recuerdos, ni flasbacks, nada que pueda lastimarte de nuevo, porque no quiero lastimarte.

The Alters [Rivari] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora