Just wanna be yours ~Volkacio Tiny~

Capítulo 20: Final 2/2

—¡H, despierta! —El grito hace que abra los ojos y me siente rápidamente, un dolor punzante hace que me lleve la mano a la cabeza.

—Joder, no grites —respondo con los ojos cerrados, los abro dispuesto a decirle cuatro cosas a la persona que me ha despertado de estas formas y veo a Blake con los brazos en jarra mirándome mientras niega con la cabeza.

—¿Te fuiste de fiesta con los azules y no avisaste? —En su voz se nota que está dolido.

Suspiro y lo ignoro, agarro el celular para ver que hora es y me quedo mirándolo un tiempo más largo del debido.

—¿H, estás bien? Te has puesto pálido.

—¿Qué día es? —pregunto sin dejar de mirar la fecha y la hora en el aparato.

—Pues, sábado 10 de marzo, ¿estás bien? Me estás preocupando.

Me levanto tambaleándose un poco por la mezcla de resaca y de aturdimiento, debería ser día 1 de mayo, es imposible que estemos en el día después del intento de beso con Volkov.

—Sí..., sólo estoy algo mareado, voy a lavarme la cara

No parece demasiado convencido pero aún así no dice nada mientras me sigue con la mirada, voy hasta el baño y me lavo la cara con agua fría intentando terminar de despertarme, me miro en el espejo y me veo demacrado por la resaca, suspiro y vuelvo a mirar el celular para cerciorarse del día en el que estoy y sin duda es día 10 de marzo.

—¿Qué está pasando? —No puede ser que todo lo que he vivido sea un sueño y que no haya pasado, ha sido demasiado real cómo para que sea así.

Me paso la mano por la cresta intentando peinarla un poco y voy a cambiarme mientras mi cabeza da vueltas por todos los pensamientos que tengo y la resaca, recuerdo perfectamente que la noche en la que cambié de cuerpo había estado bebiendo en la sede así que tiene mucho sentido que ahora me duela tanto la cabeza.

Entro en el vestuario y abro mi taquilla para sacar un uniforme limpio y cambiarme, cuando estoy listo me pongo las gafas de sol y me acomodo la gorra. Voy directo a la cafetería sabiendo que Blake está ahí esperándome como siempre y sonrió, no sé si todo ha sido un sueño pero lo extrañé bastante.

—¿Listo? —pregunta cuando se da cuenta de que estoy aquí y asiento.

Nos montamos en un patrulla y recorremos la ciudad en busca de avisos, cómo siempre la ciudad no duerme.

—¿Estás bien, H? Estás muy raro —comenta después de un anuncio de venta de droga en el que no encontramos nada.

—¿Por qué lo dices?

—Bueno, no me has pegado con la porra cuando estaba en la cafetería. —Me río.

—¿Prefieres que lo haga? —pregunto y niega rápidamente con la cabeza—. No pasa nada, solo tengo resaca, eso es todo.

Seguimos patrullando haciendo el tonto como siempre hemos hecho y me siento en casa, sigo sin entender muy bien que ha pasado pero de estar todos los días en el instituto a volver al trabajo hay bastante diferencia, extrañaba la sensación de adrenalina y la acción más que nada en el mundo, si no contamos a Volkov, por supuesto.

—Priviet —saluda por la radio y siento mi corazón latir con fuerza.

Blake y él hablan por la radio, acordamos ir los tres al aviso de robo y encontrarnos allí. Cuando aparco él ya se encuentra ahí, me bajo y lo miro. Lleva su uniforme pulcramente puesto, está peinado a la perfección y mantiene una postura recta y severa con el arma en la mano.

Trago saliva y siento un deja vú a aquel día en el que nos encontramos en el yate, cuando lo vi después de tanto tiempo, desvío la mirada para que no se note tanto cómo me estoy sintiendo pero tengo unas ganas horribles de lanzarme sobre él. Lo veo a él y a la vez veo a ese Viktor Volkov de 16 años que se ponía nervioso conmigo y a la vez veo a ese pequeño Viktor Volkov que llegó el día de mi cumpleaños y me miraba como si fuera la persona más hermosa y especial del mundo porque era su alma gemela.