Cαpítulσ III: Empєzαndσ α tєnєr cσnfíαnzα

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La frustración me invadía, no sabía que hacer, realmente estaba tan confundida de que también le gustara a Adrián, pero, lo que me faltaba ¿Ah?, ¿Estos se pusieron se acuerdo para decirme todo esto?, ¿Cómo me quieren dejar?
Y lo peor de todo es que no sé cuál me sorprendió más. Caleb por ser tan... No sé y Adrián por ser tan directo.

Pensé en una respuesta decente para él y parece que no di con ella a la primera.
Di vueltas por la cama, caminé de un lado a otro en mi habitación desesperada hasta dar con una respuesta.

—Adrián, estoy demasiado sorprendida. Debo admitir que tú eres muy lindo, pero quisiera saber si eres lo que busco, porque puede sonar absurdo pero me prometí a mí misma que no me iba a volver a enamorar hasta que encontrara al correcto y si me prometes por tu vida que no me vas a ser infiel porque tú más que nadie sabes que el idiota de Manuel me decepcionó con el tema del amor.

—Lo prometo, juro que lo haré.

—Está bien.

—Chiara, ¿Nos podemos ver mañana luego del colegio?

—Mmmm, creo que sí, solo me queda pedirle permiso a mi mamá.

—Lo entiendo, si no puedes está bien.
Mañana nos vemos, descansa Chiarita.

—Descansa Adry.

Entré al grupo donde mis dos amigos restantes charlaban como unos cotorros y les deseé las buenas noches, a lo que ellos muy amablemente me desearon lo mismo y me dijeron que el próximo día nos veríamos de nuevo.

***

Entré al colegio y coloqué mi carnet en el aparato escaneador para registrar mi llegada temprano. Al entrar lo vi a Adrián parado al lado de una puerta cerca a la oficina de los profesores y lo saludé dándole un abrazo que él con gusto recibió. ¡Toma Manuel, siente los celos! Y como si me leyera la mente se acercó justo cuando Adrián me iba a dar un beso en la mejilla, lo cual creo que lo hizo enojar ya que su mandíbula se tensó y se fue del lugar rápidamente.

—¿Qué fue eso?—interrogó Adrián

—Ah, solo celos. ¿Vamos?

Asintió y mientras caminaba, él me seguía.
Entramos al salón y saludamos al profesor quién estaba haciendo unas cosas en su laptop, puse mi mochila en la silla y saludé a Abigail quién estaba hablando con otras chicas y no me prestó atención, desde hace tiempo está toda rara conmigo, deben ser celos.
Me senté en un rincón como solía hacerlo y saqué mis cosas para dar inicio a la jornada.

***

Por fin la última clase había terminado.
Este día ya se estaba volviendo eterno, y bastante agotador.

—¡Chiara!

—¿Qué?—grité terminando de guardar mis cosas.

Vi que Adrián se acercó y que Caleb lo seguía mientras Abigail lo miraba mal por estar con nosotros.

—Chiara, ¿Te ayudo con eso?—señaló la mochila

—No, yo te ayudo.—dijo Caleb buscando competencia.

—Gracias Cay Cay, pero Adry me había pedido primero.

—Ja, ¡Toma!

—Adrián por favor, sin irrespetar.

—Es cierto, disculpa Caleb, disculpa Chiara.

—Bien, nos vemos después Caleb.

—Adiós Chiarita.

A la final termino rota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora