𝐓𝐞𝐚𝐫 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐩𝐢𝐞𝐜𝐞𝐬
Lexi Winchester experimentó el infierno en su espalda. Ha cazado a todos los monstruos, mató demonios, vampiros...estaba en su sangre matar.
Pero cuando apareció un nephilim, tomó una decisión diferente.
Temporada 1...
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Ser arrojada a una celda de detención no estaba exactamente en la lista de tareas de Lexi hoy. Buscar al hijo de Lucifer que mágicamente había llegado a la pubertad a la edad de cero tampoco estaba en su lista, pero aqui estaba, en una celda con su hermano y Jack inconsciente.
Sentada en el suelo junto a Sam, apoyó la cabeza contra la pared de piedra.
— Todo esto es culpa de Dean — ella suspiró — Si él no le hubiera disparado a Jack, no estaríamos aquí.
Sam se volvió hacia ella, con una mirada de acuerdo en su rostro — Si, pero conoces a Dean. No siempre piensa.
Asintiendo con la cabeza, Lexi se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro, pasándose los dedos por su cabello rubio y lacio. Sam tenía razón, Dean no piensa, de hecho, ni siquiera estaba segura de que Dean tuviera cerebro al 100% del tiempo. Puede que sea el mayor, pero definitivamente no era el más sabio.
Sus pensamientos estresantes fueron interrumpidos cuando Jack se levantó de un salto del banco, sus ojos brillaban intensamente, una mirada de ira en su rostro.
Lexi levantó las manos en defensa — Oye, oye, oye — ella habló rápidamente, tratando de calmarlo — Está bien, estás bien. No te vamos a lastimar.
— Él ya me lastimó — habló con respiraciones exhaustas, mirando a Sam.
— Sí, sí, lo hice. Solo estaba tratando de retrasarte — Sam se apresuró a decir sus palabras — Tú tú estabas, eh — se detuvo, respirando brevemente — ¿Estás bien?.
El rostro de Jack se suavizo, sus ojos dorados miraron al suelo pensativo — Y-yo estaba asustado — sus ojos disminuyeron lentamente a su color original, un azul marino oscuro. Esta fue la primera vez que Lexi había visto sus ojos reales.
La miraban fijamente con intensidad, pero ella no se sentia un poco asustada por él.
— Y cuando me asusto, pasan cosas — continuó Jack — Yo... no puedo detenerlos.
Lexi tenía razón. Jack era solo un niño, nuevo en el mundo y con miedo de volver a lastimarse.
— ¿Por qué estabas asustado? —preguntó, con las manos todavía en frente de ella.
Él respiro pesadamente y miró hacia el suelo y luego hacia ella — Debido a las voces — su voz era débil, temblando un poco — Estaban tan... ruidosos, tan... enojados.
— ¿Puedes oírlos ahora mismo? — Lexi preguntó mientras amaba sus manos hacia abajo a sus costados. Recorriendo la habitación con la mirada, Jack se enderezó.
