El clima de Berrevield era horrible cuando el otoño recién abrazaba el tiempo. Había truenos y relámpagos amenazando, como si una fuerte tormenta estuviera próxima. Pero no lo estaba. Era tan solo el salvaje viento que mecía las hojas de los árboles, y era el ambiente apagado y frío el encargado de volver a los habitantes un poco grises durante esa temporada y la que se avecinaba.
Mientras Louis caminaba a casa deseando haber usado el auto esta vez y añorando ver a su omega para sentir su calidez y después de eso dormir sus preciadas ocho horas, pensaba en que su jornada laboral en las últimas dos semanas había sido justo como el clima de ese pequeño pueblo en el que vivía lo era entonces.
Tenía razones de sobra para comparar ambas cosas. Por ejemplo: las aburridas juntas que tenía que hacer. Hablar sobre temas aburridos con personas aburridas era muy, muy aburrido. Era gris. Y no lo malentiendan, él ama su trabajo y ama ser el jefe en una empresa en un pueblo que seguramente tardaría todavía unos tres o cuatro años más para que se comenzara a dudar si era en realidad un pueblo o una ciudad en rápido desarrollo. Louis amaba todo eso; sin embargo, creía que las cosas en las últimas semanas habían tenido más peso. Había hablado con sus socios sobre nuevas propuestas, había estado en reuniones distintas con nuevos socios, había tenido que salir del pueblo en más de una ocasión para discutir asuntos empresariales en los cuales no se podía concentrar al cien no sabía por qué, en la misma semana había comenzado a redactar más de tres proyectos para construcciones en el extranjero, y todo era estresante.Lo único bueno de todo ello era que Liam Payne, su mano derecha, mejor amigo y «el alfa de su vida» —clasificado de esa forma por el mismo Liam—, siempre estaba en el nivel. Liam siempre estaba atento a los asuntos de la empresa y era un alivio porque en esas últimas semanas era quien estaba entrando cada dos por tres a la oficina de Louis para recordarle hasta el más mínimo detalle de absolutamente todo, incluso hacía minuciosas observaciones a los planos y apuntes de proyectos pendientes que Louis realizaba. Así que Louis no podía dejar pasar ni la cosa más minúscula gracias a ese alfa.
Payne en esa temporada estaba siendo la mente maestra para manejar los proyectos arquitectónicos propuestos por los socios y ayudarle a Louis a pulir los propios para finalmente presentar la oferta. Liam era de gran ayuda a la hora de dar los toques finales a lo que Louis sugería. Y es que la mentalidad brillante de ambos y el gran equipo que hacían se veía reflejado en los proyectos de Louis que se habían llevado a cabo. Esos proyectos estaban ayudando muchísimo al pueblo, tanto económica como socialmente. Los de Liam también jugaban un papel igual de importante, en Berrevield y en Londres. Ambos estaban haciendo un gran trabajo.Y todo gran trabajo requería de gran responsabilidad y dedicación, así como muchísimo esfuerzo y amor. Justo como lo requería cuidar a un omega que llevaba tres días con un resfriado. O algo parecido. Sí, Harry, el dulce y precioso omega de Louis, se había estado sintiendo mal y se rehusaba a ir con el médico o que éste lo visitara a su domicilio. ¿Por qué? Louis no tenía idea, sólo lo dejaba ser; como siempre.
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balmy autumn breeze ¡! abo
RomanceDespués de una larga jornada laboral llena de aburrimiento, Louis regresa a su hogar para poder estar con su omega. El alivio y tranquilidad que lo abraza al respirar el aroma lenitivo de su casa se le arrebata cuando descubre algo en la oscuridad q...