Dejaré De Ser Príncipe¹ || Banginho-EDITANDO

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Capítulo 10: El Encantador Jeongin

Minho dejó a Christopher a finales de otoño cuando floreció el Golden Moose. Jeongin, que nació a fines del verano del año siguiente, tuvo un primer año seguro.

Su abuelo, el Rey Arthur, le dijo al público últimamente que Jeongin nació en el invierno.

En realidad, Jeongin tenia seis meses, pero oficialmente solo habia pasado un mes desde que nació.

"Ya eres fuerte. ¡Sí, tómalo! "

"¡Padre!"

Jeongin podía caerse mientras caminaba, pero la gran habitación estaba cubierta con una alfombra suave.

"¡Vamos vamos!"

Pero fue el Rey Arthur quien realmente cayó allí. Empuñaba un cuchillo de juguete y se estaba calentando con Jeongin.

"¡Niño, fuiste engañado!"

"Hmmp..."

Jeongin infló sus mejillas como una pelota, mientras Arthur pretendia darle un cuchillo.

"Te engañaron, ¿no?"

La dignidad del rey había desaparecido hacía mucho. El rostro de Arthur estaba lleno de alegría cuando Jeongin jugaba con él.

Minho se acercó y trató de detenerlo, pero
Arthur resopló de emoción.

"Un hombre debe crecer con valentía".

"Te estás burlando de mi hijo en este momento".

"¡Sólo estoy jugando! ¡Es un honor para él jugar con el Rey! "

"¿Pero lo intimida?"

Minho miró a Arthur, pero a él no le importó y se quedó detrás del caballo de juguete de Jeongin. Honestamente, el caballo de madera, cuyos ojos estaban decorados con diamantes, era demasiado lujoso para que un niño jugara con él.

"¡Padre! no hagas eso demasiado".

"Déjalo estar, a tu padre le gusta mucho".

"Pero, ¿de quién es hijo ...?"

"Ssst, Su Majestad se volverá loco si lo oye".

Miriam admitió que su esposo estaba al mismo nivel que una niña. Una vez que nació su hijo Minho, Arthur era demasiado joven y tenia muchos deberes oficiales. Pero ya estaba en la vejez una vez que nació Jeongin. Era un buen momento para dar el cariño puro e infinito de los abuelos.

"No sabía que este lugar sería tan animado.
Jeongin es un verdadero tesoro".

"Es un alivio, pero ¿no es demasiado para el niño?" Minho dijo, mirando a su alrededor.

Incluso, Minho, dijo que solo necesitaba lo que necesitaba, pero Arthur seguía siendo codicioso. Hizo malabares con la sala de estar más grande del castillo con la sala de cuidado de niños de Jeongin. Incluso dividió dos habitaciones en una. De lo contrario, no podrían permitirse quedarse con todos los productos de cuidado infantil.

"Especialmente, creo que es demasiado regalar joyas como un juguete para niños. Es demasiado pronto".

"Bueno, eso es seguro".

Afortunadamente, Miriam no se apresuró como Arthur y asintió a la opinión de Minho.

"Quizás debería decirles que pongan perlas suaves en el tobogán que ordené esta vez, porque el niño podria rayarse en el lado suave".

Minho estaba avergonzado y miró a su madre, pero Miriam ya estaba golpeando su mano contra la pared. Su forma de expresión era diferente y Miriam era tan torpe como Arthur.