Dejaré De Ser Príncipe¹ || Banginho-EDITANDO

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Capítulo 55: Tu Extraña Razón

Mientras Christopher se olvidó de qué decir, Minho dobló suavemente las rodillas para dar un ejemplo. Luego, sin un momento de vacilación, le dio la espalda a Christopher.

De repente, una escena similar pasó por la memoria de Christopher. Fue una espalda similar cuando se dio la vuelta y se despidió la noche en que se extendió el olor del árbol dorado.

En ese momento, sin saberlo, su cuerpo se movia primero. Fue un instinto abrazar su suave espalda que no pudo sostener ese día.

"...¡Su Majestad!"

Incluso si Minho estaba tratando de sacudirse, Christopher no se movió, abrazando su espalda con fuerza.

"Debería haberte abrazado entonces..." Una voz grave sonó en el oído de Minho."Debería haberte sorprendido la noche en que dijiste que me dejarías".

Los brazos de Christopher, que lo abrazaron, eran más cálidos que sus brazos en sus recuerdos. Había un fuerte olor de él que Minho nunca había olvidado.

"No debería haberte dejado ir sin importar qué".
El final de su voz baja tembló un poco. "No debería haberte enviado así".

Minho solo se dio cuenta de que las yemas de los dedos de Christopher, que lo sujetaban con fuerza, temblaban un poco.

"Todo... lo lamenté. Desde esa noche no ha habido días de los que no me arrepienta"

Ya no habia ningún arrepentimiento y el corazón de Minho ya estaba frio.

"Su Majestad, por favor deténgase... por favor déjeme ir"

"No, ahora no quiero más arrepentimientos. No puedo hacer eso".

Christopher abrazó a Minho con más fuerza. La calidez de Minho, que había estado buscando en la pesadilla de una noche agotadora, era real. Vino aqui todo el camino, pero Minho dijo que lo soltara de nuevo.

"¿Dijiste que era tarde? ¿Dejarlo ir como un agua que fluye?"

Lo habría olvidado de inmediato si pudiera. No habría venido a Minho con este estúpido pesar.

"No puedo. Mi tiempo se detuvo cuando te fuiste
y comenzó a moverse cuando te volví a encontrar. Apenas lo sabía ahora, así que ¿por qué debería dejarlo ir?"

Minho se mordió los labios con fuerza. Christopher tenía una razón desconocida.

"Su majestad... usted y yo no estábamos en una buena relación, así que se acabó, y estamos destinados a ir por caminos separados".

Minho salió de los brazos de Christopher. En ese momento, un sentimiento de frustración surgió en el pecho de Christopher.

"¡Detente! ¡Es el destino, el destino! No quiero escuchar excusas aburridas". Christopher extendió la mano, lo agarró del brazo mientras Minho intentaba correr y se lo puso frente a él. Minho no miró directamente a Christopher como si se estuviera tragando el dolor. "Yo... Ya aprendí el arrepentimiento de dejarte ir. No lo repetiré nunca más".

El verdadero dolor vino después de una partida fácil. Tan fácil como dejarlo ir, duele aún más.

"Incluso contra el agua que fluye o para detener el viento, no dejaré que se me escape de las manos en vano".

Christopher ya había tomado una decisión. Dijo que nunca repetiría la estupidez de despedirse porque le causaba arrepentimiento y dejaba una cicatriz en su vida.

"Su majestad, ya es..."

"¿Ya en el pasado? Lo conozco bien. Sí, sé que es como el infierno". Christopher tomó las manos de Minho y las apretó con fuerza. Fue algo que no pudo hacer esa noche. "Entonces, de ahora en adelante, no voy a dejar pasar nada".