━━━━━ ❛Someone as dangerous, tainted and flawed as you❜
[ Touma Akashi estaba maldito ]
Fue maldecido con una inteligencia
superior, fue maldecido para ser un
omega, fue tomado y poseído por
distintos hombres y la culpa siempre
recay...
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19 de Septiembre del 2017
Las finas y delicadas manos que tomaban el cuchillo se movieron hábilmente, cortando en trozos perfectos las verduras sobre la tabla. Sus auriculares, que reproducían la narración de un cómic que su esposo le había comprado recientemente, absorbieron toda su atención.
Touma odiaba el silencio, lo encontraba asfixiante e irónicamente demasiado ruidoso, su hogar estaba en constante ruido debido a su pequeña manía, la vida hogareña de Touma Akashi fue perfecta.
Tenia un esposo que lo amaba, probablemente más allá de lo sano, un hogar excepcional y cálido, adaptado a cada uno de sus caprichos, y repleto de sus cosas favoritas, las estanterías que tapizaban grandes secciones de la enorme casa albergaba sus obras favoritas, desde ficción hasta política, algunas incluso almacenaban algunos ensayos y tesis, otras tuvieron documentos e informes que él mismo había escrito.
Su hogar se mantuvo en colores cálidos, porque eran sus colores favoritos.
Los muebles que mantenían todo en orden eran de madera clara, porque eran los que Touma encontraba más agradables a la vista, incluso las fotografías que su esposo había esparcido por el lugar eran aquellas que Touma consideraba buenas.
Todo fue planeado y decorado a su gusto, haciéndolo el lugar perfecto para el joven físico que odiaba los quehaceres del hogar.
Otra cosa que Touma encontraba agradable era la paz que siempre inundaba la casa. Odiaba que otras personas entraran a su hogar, a su propio y perfecto lugar. Fue por ello que Satoru se encargó de todo lo que necesitara a otra persona.
Si algo se averiaba, él lo llevaría a reparar, o incluso él mismo lo arreglaría. Él se encargaba de la limpieza y las tareas de mantenimiento, la decoración, el armado de los muebles, incluso la transportación, todo recayó sobre sus hombros. A él no le importaba, nunca lo haría. ¿Cómo podría hacerlo si aquello hacía feliz a su amado Touma?
Oh, Satoru Gojo, el hombre que era tan hermoso como una muñeca y tan amoroso como ningún otro, fue sin duda la parte más entrañable de su vida hogareña.
A Touma ni siquiera le importaba la mitad de cosas que Satoru hacía por su comodidad, la forma en la que su vida entera giraba en torno a él le parecía lamentable, tan enamorado, tan devoto a alguien que ni siquiera le había dedicado un; te amo.
Tan ilusionado con alguien que ni siquiera estaba en su destino.
Sin duda, el hermoso hombre de ojos azules, de cabello blanco y sedoso, de piel blanca y perfecta, de extremidades largas y sonrisa encantadora, tenía la desgracia de tener un corazón maldito.
