𝘈𝘭𝘨𝘰 𝘔𝘢𝘳𝘢𝘷𝘪𝘭𝘭𝘰𝘴𝘰 || 𝘓. 𝘔𝘦𝘴𝘴𝘪 𝘟 𝘈.𝘎𝘶𝘢𝘳𝘥𝘢𝘥𝘰 ||

ｄｉｅｚ

¿Qué se supone que haría?

Estaba gestando un bebé del tipo del cuál había estado enamorado durante diecisiete años.

Un tipo que le había correspondido después de todo ese tiempo.

Pero el tipo, no era suyo.

Por más triste que sonara, era la verdad.

Todo era tan loco. Primero gustó de Memo, cuando lo rechazó gustó de Messi.

Y lo gracioso es que se quedó fuera de la ecuación todo este periodo.

Ahora se encontraba en su departamento cuestionandose...

¿Qué era lo correcto?

Es que nada de lo que pasó, fué correcto.

Nadie fué correcto.

Nadie pensó en las verdaderas consecuencias.

Su cuerpo se encontraba sentado y recargado en la alfombra de su habitación, tenía las cuatro pruebas frente de él y aún no podía salir del transe.

Positivo. Positivo. Gestación de 6 semanas. Gestación de 6 semanas.

Tener un hijo no era un juego y algo que debía tomarse a la ligera, era una responsabilidad y algo que marca un después en tu vida.

Dicen por ahí que tener un hijo es algo maravilloso.

Pero quién sabe si es verdad.

—No sé nada de biología, no sé si debo llamarte bebé o todavía no llegas a esa fase, pero, quiero decirte que no escogiste el mejor momento para llegar, te la volaste —

Había dicho que peda por el resultado que fuera, lamentablemente los embarazados no pueden tomar alcohol, así que su peda sería con leche o dulce de leche del argentino ese.

—Y quiero decirte que.... No es tu culpa, yo la cagué, pero tú papá es más pendejo que yo, que quedé claro —su mirada estaba en algún punto de la habitación, parecía estar loco y estar hablando sólo

—Y ni siquiera sé si querrá ser tu papá.... Pero....Somos tú y yo, ¿De acuerdo?  —con sus manos temblorosas tocó su vientre plano y bajó la mirada

¿Cómo una vida puede formarse ahí dentro?

La vida está loca definitivamente.

Un esperma y un óvulo forman un ser humano a la perfección. Un saco de células que se vuelve en más células, tejidos y tanta cosa.

"Puta madre, ¿Que hubiera pasado si Rafa no me dejaba sin comida ese día? "

Mejor ni decimos que hubiera pasado porque no íbamos a soportar.

Las lágrimas que ya habían salido sin su permiso, seguían escapandose y su nariz podía verse rojiza.

Ver llorar a Andrés debería ser un castigo, porque te quebraba en el alma verlo de esa manera, en el suelo con los cabellos todavía húmedos, con esa linda piel húmeda, con los labios fruncidos, los ojos como mares, las mejillas pigmentadas, la nariz irritada y con el corazón latiendo fuertemente.

Lionel Messi tenía tantos problemas en este momento y él no quería darle otro.

Tenía 37 años y se sentía de 15 años con un embarazo adolescente porque no había planeado la posibilidad de tener un bebé.