Eran las 8 de la mañana cuando partí de mi casa un tanto apresurada para ir a la escuela, era lunes, había pasado un excelente fin de semana con mi mejor amiga Liz, tuvimos una pijamada, razón por a que iba tarde, pues me había quedado dormida. Las calles estaban solas, una leve llovizna caía lentamente humedeciendo el camino y los alrededores, todo iba bien cuando de repente una camioneta blanca paso a gran velocidad a mi lado, salpicándome un poco de agua. -IDIOTA!. -Grite molesta al conductor. -Maldición, esto no puede estar pasando. dije mientras baje la mirada para sacudirme, cuando algo en el piso llamo mi atención, frente a mi se encontraba un pequeño conejo de peluche azul, tenia los ojos cocidos con hilo negro, una boca un tanto linda. El conejito estaba un poco húmedo pero se veía de buen aspecto, parecía que se había caído de la camioneta que paso antes.
Me agache para tomar al peluche entre mis manos, no era mas grande que 10 cm. -Eres muy lindo.. te caíste del auto?.-Dije para mi misma. Cuidadosamente examine el pequeño conejo para verificar que no tuviera algo malo. -Parece que estas bien.. vendrás conmigo!. -Dije un tanto emocionada. Mi distracción fue interrumpida cuando mi teléfono vibro, era un mensaje de Liz.
-Ya vienes?.. Se hace tarde.
Rápidamente guarde al pequeño conejo y seguí mi camino a la escuela.
Eran casi las 8:30 de la mañana cuando logre llegar a la escuela, Liz me estaba esperando en la entrada.
-Angie, hola porque tardaste tanto?. Es muy tarde!!
-Lo siento, un tonto paso rápido y me mojo un poco, pero todo bien, tengo algo que mostrarte Liz.
*rin rin*
-Cuéntame en el salón, vámonos..
Ambas chicas caminaron con dirección hacia su aula, se encontraba en un segundo piso sobre los vestidores de la escuela. Las chicas entraron a su salón y fueron recibidos por el típico desorden de chicos de secundaria , cabe resaltar que Angie y Liz se encontraban cursando el segundo grado; Las dos chicas caminaron hacia sus butacas, estas se encontraban en la esquina inferior derecha un tanto alejada de los chicos "tontos" del salón, aquellos típicos que les gusta el desorden y molestar a los demás.
-Bien, y que es lo que me querías mostrar Angie. -Dijo Liz extrañada mientras tomaba asiento.
-OH! cierto. -Dijo Angie mientras abría su mochila. -Encontré este pequeño conejo de peluche en la calle, parece que cayo del auto que me mojo. Contesta Angie un tanto molesta.
-En serio tomaste un peluche de la calle?.. Y si tenia pulgas o algo peor?.
-Lo revise muy bien. Es este. -Angie saco al peluche de su mochila. -No se ve tan mal o si?
-OWW, es muy tierno, retiro lo que dije, se ve muy lindo!!!.
-Verdad que si, lo llevare a casa para mi colección.
-Y como lo llamaras?. -Pregunto curiosa.
-Tal vez Bonnie.. Bonnie el conejo.
Ambas chicas fueron interrumpidas cuando su profesor de matemáticas entro al salón, las clases estaban a punto de empezar. Era un lunes muy aburrido, lo único que lo salvaba era la clase de deportes después de matemáticas.
cerca de las 9:40 de la mañana la clase de matemáticas acabo, los chicos estaban listos para la mejor parte del día.
-Odio matemáticas, el profesor la hace muy aburrida. -Dijo Angie mientras se estiraba
-Lo se, pero sigue deportes, la profesora tendrá preparados juegos interesantes.
tras pasar unos cuantos minutos la profesora de deportes llego al aula solo para decirles que bajaran al patio. Todos los chicos empezaron a salir del aula.

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Giantes Stories.
Science FictionHistorias sobre gigantes, en su mayoría de jóvenes entre 12 a 19 años, ninguna tiene relación con otra, es un recopilatorio de historias cortas