Gran Premio Real - Charles Leclerc

Cap. 10: Viviane.

If I Die Young – The Band Perry

– POV: Eleonor –

Me cuesta decírselo, sin embargo, lo hago:

– Cuando sucedió lo de Viviane.

Charles luce bastante sorprendido ante mi afirmación y yo solo bajo la cabeza para limpiarme la lágrima que acaba de caer por mi mejilla.

– ¿Quieres hablar de eso? –pregunta.

Lo dudo por un momento.

Sé que me duele aún lo de Viviane. Sé que me afecta.

Ella es algo muy significativo y muy doloroso en mi vida. No le deseo a nadie lo que yo viví con ella.

Perder a tu mejor amiga de toda la vida no es nada fácil...

– El día –intento decir–... El día en que la perdí, sentí que arrancaron algo de mí y se lo llevaron para siempre.

Viviane y yo fuimos amigas desde que teníamos un año y medio. Básicamente aprendimos a hacer todo juntas.

Caminar, hablar, correr.

Fuimos a la misma escuela, teníamos los mismos amigos.

Compartíamos gustos musicales, veíamos películas juntas.

Y lo más importante para mí en una amistad, no solo estaba cuando todo está bien. Estábamos siempre la una para la otra. Hasta cuando me enfermaba, estaba ahí. Cuando cometía un error, era la primera en decírmelo.

Viviane era la mejor amiga que todos quisieran desear en algún punto de su vida.

Ojalá todos tuvieran a una Viviane, tal y como yo la tuve. 

– ¿Te gustaría hablar sobre ese día?

– Sé que te lo he dicho mil veces desde que te volví a ver, pero, en serio, ¿cómo es que no sabes qué sucedió?

Charles encoge sus hombros.

– Quisiera darte una respuesta, pero no sé qué decirte. No sé dónde estaba o por qué no me enteré.

Asiento.

– Bien, te contaré –digo.

Charles se pone cómodo para escucharme.

Tomo un suspiro y me dispongo a contarle.

– Pues, yo estaba esperándola ya que venía al Palacio. Recuerdo que estaba lloviendo y todo Mónaco estaba colapsado. Había mandado al chófer de mis padres de ese momento a buscarla a su casa, ya que los padres de Viviane estaban en una fiesta, para que no se viniera sola.

Charles asiente y yo continúo:

– Bueno, sabemos que Mónaco no es grande. Y se me hacía extraño que ni ella ni el chófer llegaran al Palacio. Hasta que me empecé a preocupar porque habían pasado dos horas y no llegaban. Y entendí que quizá estaban atascados en el tráfico, pero quería asegurarme.

– ¿Qué hiciste? –pregunta.

– Pues, la llamé. Como cinco veces y no respondió. Llamé al chófer también, y tal cual como Viviane, tampoco respondía. Ahí supe que algo estaba mal. Estaba preocupada viendo hacia la ventana esperando que aparecieran, hasta que Florence me habla.

*Flashback*

– Eleonor...

– ¿Dime? –me giro hacia ella.