Gran Premio Real - Charles Leclerc

Cap.16: Próxima reina.

this is me trying – Taylor Swift. 

– POV: Eleonor –

Al verlo de nuevo afuera y que me saludara después de llamarlo no dudé en lanzarme sobre él en un fuerte abrazo, tardó unos segundos en reaccionar, sin embargo, me corresponde el abrazo.

– Charles –lo llamo separándome un poco de él–, la cagué. Lo arruiné todo.

Me ve directo a los ojos, frunce el ceño y me da otro abrazo.

– Tranquila, Eleonor. Todo estará bien.

Pero en mi interior sé que no lo estará.

Intento no llorar, pero una lágrima se esfuerza y cae por mi mejilla.

– No puedes asegurar algo que no sabes –menciono.

Charles se separa de mí y responde –No. Pero estoy aquí, podemos ver qué hacemos para que todo esto mejore.

Sonrío.

– Miren, principitos –escucho a una mujer hablando que no reconozco. Es de tez morena, cabello rulos y con ojos verdosos–, lamento interrumpirlos, pero será mejor que entren.

– Tú siempre tan prudente –le responde Charles y ella se ríe.

Miro hacia el auto y noto que Lorenzo y Arthur están dentro de este.

– ¿Qué hacen ahí? –pregunto.

Charles mira hacia el auto –Se durmieron por el cansancio en el camino. Sabes que esos dos si tienen sueño, duermen en un minuto.

Me río y Charles se acerca hacia el auto para despertarlos y que se bajen de este.

Arthur es el primero en despertar.

– ¿Qué te pasa? Estaba soñando bonito –se queja, pero finalmente sale del auto y se acerca a mí para darme un abrazo–. ¡Estás viva!

Frunzo el ceño.

– Claro que estoy viva –menciono con confusión.

Arthur me ignora y me da un abrazo para entrar a la casa de Rocío.

– Discúlpalo, sabes que no le funciona bien allá arriba cuando está somnoliento –Lorenzo me saluda y entra a la casa.

Estos no han cambiado nada en cuatro años.

Entramos a la casa de Rocío y finalmente Charles me presenta con aquella muchacha que vino con ellos.

– Eleonor, ella es Olivia. Olivia, ella es Eleonor.

Nos tomamos de la mano y ambas decimos mucho gusto al mismo tiempo.

– Pregunta tonta, porque no sé nada de protocolos –dice ella–. ¿Debería hacer reverencia o eso cuando se hace?

Rocío que venía de la cocina se empezó a reír.

– No me tienes que hacer reverencia a mí –digo con una sonrisa.

– ¿Nunca te cansas de ser imprudente, Olivia? Los interrumpes afuera y ahora esta pregunta –menciona Pierre.

– ¿Y a ti quién te ha invitado a la conversación? –le replica.

Estos dos se llevan bastante bien.

– ¿Son novios? –pregunta genuinamente Rocío.

La sala estalla en risas.

– Dios me libre, Rocío.

– Dios me libre de ti, niña –responde de vuelta Pierre.

– No, Rocío –Olivia se dirige hacia ella–. Tengo novio y no es él.