Oscuridad.
Es lo que Izuku veía, todo estaba oscuro, además de un aroma fuerte que le lastimaba su nariz, dejándolo aturdido, sus manos magulladas, amarradas fuertemente con lo que suponía serían cuerdas, sentado en una silla y con el miedo a flor de piel.
Los recuerdos lo atacaron de golpe, sus ojos, aún cegados, se abrieron con sorpresa, las lágrimas inundaron sus ojos y el golpe se dolores y emociones recién vividas lo golpearon como un valde de agua fría.
Su padre, su amable padre había muerto, todo a manos de aquel que le hacía la vida imposible.
Ese fue solo el principio, solo el comienzo de su infierno.
Luego de convivir un tiempo con Bakugo reflexionó varias cosas, el rubio era mucho más cruel de lo que se mostraba, en ocasiones lo golpeaba hasta desmayarse solo por no hacer algo pedido, sin mencionar, que cada noche, cada maldita noche que el de cabello cenizo llegaba a esa casa lo tomaba contra su voluntad, se sentía tan sucio, tan vulnerable a los caprichos de aquel chico, él no le hizo nada, solo lo conoció por casualidad en la preparatoria, jamás lo burló, hirió o hostigo como para que le hiciera cosas tan horribles.
Su vida era un infierno, pero, la esperanza de ser salvado aún estaba presente, aunque fuera mínima, justo después de cinco años esa esperanza llegó, Bakugo había salido por una emergencia en su empresa, dejándolo a él en casa con ese maldito traje de conejito que parecía ser el favorito del cenizo, el mayor cometió un pequeño error y ese fue no encadenarlo a la cama, de inmediato Izuku comenzó a ver cualquier forma para salir de ese lugar, fue una hora, una maldita hora llena de desesperación hasta que por fin la puerta cedió, de inmediato y sin pensarlo salió corriendo del lugar, no espero que al salir chocará de lleno con el coche del cenizo, este claro se veía extrañado, pero Izuku no tenía tiempo de ver su expresión, así que se levantó de inmediato y volvió a correr, obvio el cenizo igual reaccionó veloz, empezando así una persecución.
Izuku se sentía cansado, pero en su cabeza solo estaba la idea de huir, salir de ahí, correr, correr por su libertad aunque las ramas me rompieran el traje y atravesarán su piel, grata fue su suerte cuando se cayó de golpe al suelo y su cabeza choco contra una rama dejándolo inconciente.
Lo demás ya se lo saben, Kirishima lo salvo y el menor perdió la memoria, mientras que Bakugo lo más disfrazado posible lo guiaba de nuevo a él.
Ahora recordaba, a Shoto, a su padre a su madre ¿Qué habría sido de su querida madre? No quería ni imaginárselo, en cuanto a Shoto, realmente aunque ahora recordara tan a detalle todo no le hacía querer al bicolor, él estaba más que seguro que ahora amaba con toda el alma y corazón a Kirishima, ese buen hombre que lo cuido, alimento y trato con un rey en todo ese tiempo, tan amable y atento ¿Cómo no enamorarse? Era la verdadera pregunta.
Sus ojos se abrieron de golpe, claro, estaba en esa terrible situación que ahora definía si volvía con Kirishima o se quedaba para siempre con aquel que le hacía vivir un infierno.
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𝐽𝑢𝑠𝑡 𝑀𝑖𝑛𝑒 (+18) ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ-ᵏᵃᵗᶻᵘᵈᵉᵏᵘ
Fanfic"escapar" única palabra que tenía en mente,debía correr,aunque los pies le dolieran,aunque la nula ropa provocará raspones de las ramas,poco le importaba solo necesitaba correr,si él lo atrapaba sería su fin,si él lo lograba atrapar todo regresaría...