Capítulo 13

168 22 6
                                    

Álex

El ruido a mi alrededor era ensordecedor, el taller estaba hasta arriba y aquello significaba ruido, pero aun así mi mente no podía dejar de darle vueltas a aquel mensaje.

Cuando vi el número desconocido, al principio pensé en no hacerle demasiado caso, pero la curiosidad pudo más conmigo. Aquellas palabras me golpearon por dentro arrancando todas las alarmas en mi interior.

Un profundo miedo hizo que no pudiera razonar bien. ¿Quién me había mandado aquello? pero lo que más me inquietaba era como sabía dónde estaba Sofía. ¿La estaban siguiendo?

No sabía si se trataba de una trampa o una broma, pero no iba a quedarme sin averiguarlo, si era verdad que Sofía estaba en la dirección que me habían dicho también era cierto cuando decían que estaba en peligro si seguía ahí.

Nada más verla allí sentada mis ojos vagaron por todo el local sin saber muy bien a quien buscar, el caso es que mientras pensaba las pocas opciones que tenía volví a ver el número al que pertenecía. ¿Por qué sentía como si lo conociese? Era una sensación demasiado rara que hacía mucho que no sentía.

Mis pensamientos se quedaron ahí cuando el sonido de una notificación me llegó al móvil y con cierta tensión lo abrí.

Álex tengo que hablar contigo de algo importante.

Mamá.


Un profundo alivio me recorrió por dentro aun habiendo leído sus palabras.

Ahora no puedo hablar, estoy en el trabajo luego te llamo.

Si fuera muy urgente supongo que habría insistido más o me habría llamado en lugar de enviar un mensaje.

-¡Álex! -grita mi jefe por encima del ruido.

Dejo rápidamente el móvil en mi bolsillo trasero para prestarle atención a mi jefe.

-¿El coche ya te ha dado problemas? -preguntó con una sonrisa. Estaba deseando que le dijera que sí para deshacerse de aquella chatarra.

-Eso es lo que te gustaría -respondí con el mismo tono burlón.

Su sonrisa se interrumpió cuando alguien intentaba reclamar su atención.

-¿Otra vez está aquí? -su tono abatido me indicó que no era una visita esperada-. Álex, ¿podrías atenderla tú?

Miré en la misma dirección que él.

Por sus palabras deducía que no era la primera vez que venía y por su tono no le agradaba mucho su presencia. Lo miré intentando averiguar algo más, pero no sirvió de nada.

-Está bien -solté mientras dejaba la reparación en la que estaba. Llamó a otro de sus hombres que aquel momento no estaba haciendo nada y se ocuparon de lo que estaba haciendo hace unos segundos.

Cada vez que me iba acercando un poco más, pude ver con claridad que se trataba de una mujer joven de hecho no tendría muchos años más que yo. Su cabello negro y liso hasta la cintura no dejaba de peinárselo con las manos para controlarlo mientras el poco viento que hacía aquel día intentaba lo contrario.

Tanto el coche como su apariencia derrochaban mucho dinero. Estaba harto de tratar con gente que se creía superior y no trataban ni siquiera de ocultarlo. Su posición se relajó cuando me vio llegar hasta ella.

Una sonrisa cruzó su rostro y le devolví el gesto en forma de bienvenida.

-Hola, soy Álex y voy a encargarme de su coche.

-Encantada, Grace Dupont -respondió estrechándome la mano con una sonrisa.

-Bien señorita Dupont ¿Qué le pasa a su coche? -preguntó con dirección al vehículo.

-Llámame Grace, no me gusta la formalidad -sonrió poniéndose otra vez a mi lado. De reojo pude ver como se aproximaba cada vez más.

Deseo (saga Pecado II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora