Capítulo 36

98 19 1
                                    

Hola a todos!! y feliz navidad!! solo quiero pasarme para actualizar dos capítulos y sobre todo agradecer por la paciencia que tenéis, pero siento que esta segunda parte no está para nada a la altura de la primera y ver los comentarios de algunos y como hay gente que se va uniendo me hace especial ilusión y me anima un poco a seguir actualizando. 

Esta segunda parte ya la tengo completa, aunque me falta alguna escena pero es pequeña, solo que estoy volviendo a editar cosas y por eso tardo, por eso y porque como sabéis siento que esta parte no es muy buena. Eso sí siempre que tengo un bloqueo o dudas sobre mi escritura vuelvo a Sofía y Álex que aunque tengan comportamientos tóxicos y muchas veces hasta yo les diría cuatro cosas para mí son una fuente de inspiración y mi lugar seguro en la escritura. 

Actualizaré también el 37 y ya mañana a ver si puedo subir dos más.


Sofía

Por primera vez lo vi a través de su coraza, estaba roto, era frágil, mucho más que yo y fue entonces cuando supe que nada ni nadie podía separarme de él.

Observé su cuerpo desnudo envolviéndome con sus brazos. Lo vi indefenso, en la más absoluta oscuridad y saber con certeza todo lo que pasó me ayudó a entenderlo.

Pensar en que sus manos habían hecho algo que pensé que nunca pasaría hace que se me revuelva el estómago y mi cuerpo se ponga tenso-

Verlo dormido y por fin tranquilo era una de las imágenes más preciosas que había visto. Mis dedos acariciaron su pelo con cuidado de no despertarlo.

-No me creo que aún estes aquí -susurró pegando su frente con la mía. No pude evitar soltar una sonrisa.

-Pues aquí estoy, no me voy a ir a ninguna parte, no sin ti.

-Promételo -dijo con un tono un poco serio-. eres lo único bueno que ha tenido mi vida y no puedo perderte, eres lo único que me saca del pozo de oscuridad.

-Te lo prometo -dije soltando una sonrisa. No me costaría mucho cumplir mi promesa, no quería estar en otro lugar que fuera él.

-Me quedaría así el resto de mi vida -dijo besando mi frente. Aquel comentario hizo que me acordara de algo.

La universidad. ¡Mierda!

Hacía varios días que no había ido y no pregunté a nadie nada, ni por apuntes, ni trabajos ni nada. había desaparecido por completo y una profunda angustia me envolvió.

Me separé de repente de sus brazos saltando de la cama tropezando con las sábanas. El enredo provocó que mi cuerpo aterrizara en el suelo. Por suerte la alfombra peludita hizo que mi cuerpo no notara demasiado la dureza del suelo.

-¿estas bien? -con una rapidez pasmosa Álex me levantó del suelo mirando cada rincón de mi cuerpo en busca de algo que le dijera que me había hecho daño.

-Sí, apenas me he hecho daño.

-Y se puede saber ¿Por qué vas tan rápido? -preguntó entrando conmigo al baño. Me metí en la ducha bajo la atenta mirada de Álex.

-La universidad, llevó sin ir varios días y no sé ni si han tenido que entregar cosas -mi tono era claramente estresante y lo peor que podía hacer Álex en ese momento era meterse conmigo en la ducha.

Dios, así iba a faltar otro día. No me lo podía permitir.

-Te noto estresada y te acabas de levantar -susurró cerca de mi oído.

-Álex no... -mi tono de voz fue patético, apenas lo pude pronunciar, pero no podía pensar con claridad cuando lo tenía tan cerca susurrando en mi oído.

Deseo (saga Pecado II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora