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Me desperté en una habitación extraña, sus paredes eran de color marrón claro con bordes marron oscuro. Había una guitarra al lado de la cama en la me encontraba, y habían un par de gorras y bandas colgadas en un perchero cerca de la puerta. No pude darme tiempo para pensar a quien le pertenecía la habitación, puesto que note que la perilla de la puerta se movió dando a entender que alguien estaba por entrar a la habitación.
Instantáneamente me puse nerviosa, pero me calme al ver que era Bill con un vaso de agua y una paleta de pastillas. Tardo unos segundos en darse cuenta que estaba despierta.

- ¡Maddy!, ¡que bueno que estés despierta! - dejo el vaso con agua y la paleta de pastillas en una mesita de luz que se encontraba allí, para luego habentarse hacia mi. - Pensé que no despertarias.

- Lo siento si te preocupe Bill..., pero mira estoy bien, con resaca, pero bien. - me dolía la cabeza horrible, y sentía la garganta demasiado seca.

- Y como no vas a tener resaca si te tomaste una botella de Vodka sola. - se acomodó en la orilla de la cama y se sentó en esta. - Pero aquí estoy yo para que te sientas un poquito mejor. - Le sonreí y el también lo iso, después agarró el vaso con agua y una pastilla y me las extendió. Yo me senté en la cama y sentí como todo me daba vueltas cuando lo asia.
Le recibí a Bill el vaso con agua y la pastilla.

- ¿Tu también tocas la guitarra Bill? - le pregunté devolviendole el vaso basio, sin duda tenía mucha sed.

- No ¿Por qué? - me confundí un poco.

- ah, es que como tienes una guitarra en tu habitación... - le dije y apunte a la guitarra que no se encontraba muy lejos de nosotros. El ser río y yo lo mire confundida.

- Esta no es mi habitación Maddy - solto entre risitas. - es la habitación de Tom. - pude sentir como mi rostro se tensó. ¿De Tom?, era algo obvio, guitarra, gorras, bandas, postes por todos lados, incluso la sábanas de la cama tenían el olor a su colonia. - esque cuando te desmallaste nosotros justo estábamos saliendo del bar y vimos como Tom te estaba cargando. - ¿Tom, cargandome?. - el nos dijo que estaba hablando contigo y tu de la nada te desmallaste. Obivio nos volvimos y no sabíamos que hacer por que tu no despertabas. Así que como vives sola y no tenías a nadie quien te cuidara y nosotros no teníamos la llave de tu apartamento te trajimos aquí, y bueno. Las habitaciones de Georg Y Gustav eran un desastre, la mía sólo un poquitito - con eso asumí que la habitación más desordena era la de Bill. - y la de Tom era la más decente, además tiene una cama de dos plazas. - antes de poder decir algo vi como Georg, Gustav, Y Tom entraban por la puerta. Tom estaba algo desalineado y solo traía una banda sin portar su característica gorra.
Al verlo no pude evitar recordar lo bien que se veía cuando me sonrió con el cigarrillo aún en su boca, fue una imajen tan espectacular que sin duda le ise una foto mental.

- ¡Que bueno que ya estés mejor M! - Georg se tiró sobre mi atrapandome en un abrazo que me dejaba sin aire.
Si, como vieron dos días bastaron para tener la confianza de como si nos conociéramos de toda la vida.

- Si, aunque si la sigues abrazando así probablemente se desmaye de nuevo por la falta de aire. - Tom se dirigió a nosotros y tomó a Georg del cuello de su camisa sacándolo de encima mío.
Juraría que pode notar como su cara cambió de una normal a una de molestia cuando Georg me abrazó de esa manera... si, sin duda ya me estoy imaginando cosas, digo ¿por qué Tom se molestaría por que Georg me abrazó?, no encuentro una razón, seguramente solo esta molesto por que estoy usurpando su cama.

- Ay bueno, tampoco para que te enojes. - Georg se soltó de Tom que aún lo tenía agarrado del cuello de la camisa, el de rastas sólo bufo para luego pararse junto a Bill, quien seguía sentado en la cama.

- Tu teléfono no a dejado de sonar desde hoy temprano. - Gustav se acercó y me dio mi teléfono, yo lo tomé pero no vi ninguna notificación, a lo cual lo mire confundida. - Tom tomó tu teléfono y reviso todos tus mensajes, es por eso que no hay nada. - mire a Tom enojada y el le proporciono un buen golpe en el hombro a Gustav. - Y para colmo nisiquiera nos dejo ver los mensajes, solo los vio el. - Gustav rodio la cama para alejarse lo más posible de Tom, y este solo estaba aún más enojado por que lo mando al frente. Disculpa, pero la enojada soy yo. Y este quién se cree ahora para leer mis mensajes.

𝑰𝒔 𝒍𝒐𝒗𝒆?...-𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora