A Todos Los Chicos Que Deje Caer ©

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Fuiste y sigues siendo el enigma más grande,
el que me cautivó y desafió mi entendimiento,
porque fuiste el único que logró atraparme,
con tu magnetismo y misterio envolvente.

Felicidades, te adentraste en mi corazón,
con cada gesto y cada palabra pronunciada,
fuiste el único que rogó ser empujado al abismo,
buscando la intensidad de una pasión desenfrenada.

En tus ojos se reflejaba una sed insaciable,
un anhelo por descubrir los abismos del ser,
y yo, atrapada en tu hechizo inquebrantable,
me entregué a ti sin reservas, sin saber.

Fue un viaje vertiginoso, lleno de emociones,
donde nos adentramos en la oscuridad sin temor,
explorando los rincones de nuestras pasiones,
con el deseo de encontrar un amor verdadero y mayor.

Pero, en medio de ese abismo profundo,
nos perdimos en la vorágine de nuestra pasión,
las cicatrices del alma se hicieron más agudas,
y en la batalla interna, nos causamos aflicción.

Aunque el camino fue tortuoso y sinuoso,
no puedo negar que aprendí mucho de ti,
fuiste el enigma que desafió mi ser precioso,
y aunque ya no estés, guardo lo vivido en mí.

Felicidades por haberte atrevido a volar,
a buscar el vértigo en el abismo de la pasión,
aunque nos hundimos y nos tuvimos que separar,
me diste una vivencia valiosa en esta lección.