Tenías unos ojos radiantes y hermosos,
rebosantes de descaro y amor propio,
pero detrás de ese brillo se escondían los pedazos rotos."No soy una curita para sanar tu corazón",
te advertí, con sinceridad en mi voz,
no puedo ser la salvación que buscas,
ni sanar las heridas que te consumen.Aunque quisiera, no puedo ser el remedio,
para tus cicatrices y penas profundas,
mi papel es ser sincera, auténtica y clara,
y no alimentar falsas esperanzas, ninguna.Tenías unos ojos realmente hermosos,
rebosantes de descaro y amor propio,
pero detrás de todo ese amor estabas roto.
ESTÁS LEYENDO
A Todos Los Chicos Que Deje Caer ©
PoesíaJamás mentí. Entonces, ¿Por qué soy la mala? [Escritos cortos] *** Portada hecha por mi. 𝗧𝗢𝗗𝗢𝗦 𝗟𝗢𝗦 𝗗𝗘𝗥𝗘𝗖𝗛𝗢𝗦 𝗥𝗘𝗦𝗘𝗥𝗩𝗔𝗗𝗢𝗦© 𝗧𝗢𝗗𝗢𝗦 𝗟𝗢𝗦 𝗗𝗘𝗥𝗘𝗖𝗛𝗢𝗦 𝗥𝗘𝗦𝗘𝗥𝗩𝗔𝗗𝗢𝗦© 𝗧𝗢𝗗𝗢𝗦 𝗟𝗢𝗦 𝗗𝗘𝗥𝗘𝗖𝗛𝗢𝗦 𝗥𝗘𝗦𝗘𝗥...