CAPÍTULO 4

187 18 0
                                    


—¿Y usted tiene sed —le preguntó Harry— o se limitaba a ser amable?

—Siempre soy amable —dijo con una sonrisa maliciosa, pero también tengo sed.

Harry echó una rápida ojeada a esa sonrisa que combinada con aquellos devastadores ojos verdes conseguía un efecto letal, y casi suelta un gemido.

—Usted también es un seductor —dijo con un suspiro.

Theo se atragantó. Con qué, él no lo sabía, pero de todos modos se atragantó.

—Perdón, ¿cómo ha dicho?

El rostro de Harry se sonrojó al percatarse con horror de que había hablado en voz alta.

—No, soy yo quien le pide perdón. Por favor, discúlpeme. Mi descortesía es imperdonable.

—No, no —se apresuré a decir Theo, con aspecto de estar terriblemente interesado y también bastante divertido—, por favor, continúe.

Harry tragó saliva. No había manera de salir ahora de esto.

—Simplemente… —se aclaré la garganta—, si quiere que le sea franca…

Él asintió con una sonrisa astuta que le decía que no podía imaginárselo de otra manera que siendo franco. Harry se aclaré la garganta una vez más. La verdad, esto se estaba volviendo ridículo.

Empezaba a sonar como si se hubiera tragado un sapo.

—Se me había ocurrido que guardaba cierto parecido con su mejor amigo, eso es todo.

—¿Mi amigo?

—El vizconde Malfoy —dijo Harry, pues pensaba que era obvio.

—Tengo tres amigos —explicó él.

—Oh. —Entonces se sintió estúpido—. Lo siento.

—Yo también lo siento —dijo él, como si de verdad lo lamentara—. La mayoría de las veces son un fastidio atroz.

Harry tuvo que toser para disimular un pequeño resuello de sorpresa.

—Pero al menos no me ha comparado con Blaise —dijo él con un suspiro dramático de alivio. En ese momento lanzó a Harry una pícara mirada de soslayo—. Es esposo de mi hermanito menor Omega como usted.

Harry captó la sonrisa dibujada en sus ojos y comprendió que había estado bromeando con él todo el tiempo. En absoluto se trataba de un hombre que deseara perder de vista a sus hermanos.

—Siente bastante devoción por su familia, ¿verdad que sí? —le preguntó.

Los ojos de él, risueño a lo largo de toda la conversación se volvieron serios por completo sin tan siquiera pestañear.

—Total.

—Igual que yo —dijo Harry lanzando una indirecta.

—¿Y eso quiere decir…?

—Quiere decir — contestó Harry consciente de que debía contener la lengua pero de todas formas explicarse — que no permitiré que nadie rompa el corazón de mi hermana.

Theo se quedó callado durante un momento y volvió la cabeza con lentitud para observar a su amigo y a Pansy, quienes en ese mismo momento concluían el baile.

—Ya veo —murmuro.

—¿Ah sí?

—Oh, desde luego. —Llegaron a la mesa de la limonada y él estiró el brazo para coger dos vasos, uno de los cuales se lo tendió a Harry. Ya había bebido tres vasos de limonada aquella noche, un hecho del que estaba seguro que Lily era consciente antes de insistir en que Harry bebiera más. Pero hacía calor en el salón de baile —en los salones de baile siempre hacía calor— y volvía a tener sed.

He Viscount Malfoy, he who loved me. "Él vizconde Malfoy, él que me amó."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora