CAPÍTULO 31

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—Dime si te duele —le susurró con voz ronca mientras se permitía avanzar muy poco a poco. Estaba claro que él estaba excitado, pero era muy menudo, y Draco sabía que tenía que concederle tiempo para ajustarse a su íntima invasión.

Harry hizo un gesto de asentimiento.

Él se quedó paralizado, le costaba entender la punzada de dolor en su propio pecho.

— ¿Duele?

Harry negó con la cabeza.

—No, me refería a que te diré si me duele. No duele, pero es tan… peculiar.

Draco disimuló una sonrisa y se agachó para besarle la punta de la nariz.

—No recuerdo que me llamaran peculiar nunca antes al hacerle el amor.

Durante un momento dio la impresión de que Harry tuviera miedo de haberle insultado, luego su boca tembló hasta formar una leve sonrisa.

—Tal vez —dijo con voz suave— hicieras el amor con las mujeres equivocadas.

—Tal vez sea eso —contestó y se adelantó un centímetro más.

— ¿Puedo contarte un secreto?

Él avanzó un poco más.

—Por supuesto —murmuró.

—Cuando te he visto por primera vez… esta noche, quiero decir...

— ¿En todo mi esplendor? —bromeó él mientras arqueaba las cejas con gesto arrogante.

Harry le dedicó una expresión de reprobación de lo más encantadora.

—Pensé que no era posible que esto funcionara.

Él continuó un poco más. Faltaba poco, muy poco, para encontrarse alojado por completo dentro de Harry.

— ¿Puedo decirte yo un secreto? —fue la respuesta.

—Por supuesto.

—Tu secreto —un empujoncito más y ya estaba entrando—, no era tan secreto.

Harry juntó las cejas con gesto interrogativo.

Draco puso una mueca.

—Se leía en tu cara.

Harry volvió a fruncir el ceño, y él sintió ganas de estallar en carcajadas.

—Pero ahora —consiguió mantener un rostro escrupulosamente serio— tengo una pregunta para ti.

Harry se quedó mirándole, a la espera de que le aclarara un poco más su pregunta.

Se inclinó hacia delante, le rozó la oreja con los labios y susurró:

— ¿Qué piensas ahora?

Durante un instante Harry no dijo nada, luego Draco notó el sobresalto de sorpresa cuando por fin adivinó qué le estaba preguntando en realidad.

— ¿Ya hemos acabado? —preguntó con clara incredulidad.

Esta vez sí que estallo en risas.

—Nada más lejos, mi querido esposo —soltó entre carcajadas mientras se secaba los ojos con una mano y con la otra intentaba sostenerse—. Nada más lejos. —Puso cara seria y añadió—: ahora es cuando puede doler un poco, querido. Pero te prometo que el dolor no volverá a repetirse.

Harry asintió con la cabeza pero Draco notó que su cuerpo se ponía en tensión, algo que sabía sólo iba a empeorar las cosas. —Sshhh —canturreó—. Relájate.

He Viscount Malfoy, he who loved me. "Él vizconde Malfoy, él que me amó."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora