Era el día de su boda, el día más importante para Sanji.
Estaba en una habitación aparte con sus amigos, quienes lo ayudaban a mantenerse calmado y a estar perfectamente arreglado para la ceremonia. Llevaba un traje blanco junto con unos zapatos del mismo color, se veía muy elegante.Estaban todos menos aquel peliverde. Tal vez llegaría tarde; solía ser bastante irresponsable e impuntual.
— Ya casi es la hora, buena suerte amigo.
Luffy junto a su prometido Law; Usopp, Franky, su padre Zeff y todos los hombres importantes en su vida, le sonrieron mientras se iban de la habitación para dejarlo solo.
Pero faltaba él, quería que estuviera ahí apoyándolo. Seguía siendo su amigo especial a pesar de que hacían semanas que no se veían ni hablaban. Estuvo tan ocupado con la mudanza y la organización de la boda que no pudo contactarlo.
Lo extrañaba, después de todo antes vivían juntos y se veían muy seguido.Tomó su teléfono para mandarle un par de mensajes, pero después de esperar por unos minutos ni siquiera le habían llegado.
Luego marcó su número, pero rápidamente la operadora le contestaba que el número a que llamaba no estaba disponible.— Qué extraño... Tal vez se quedó sin batería.
Decidió concentrarse en la boda, olvidando por completo aquel tema secundario. Seguramente luego iba a llegar.
Una vez más se miró en el espejo, viendo que todo esté perfecto.Después de esperar tranquilamente por unos minutos más en aquella habitación, ya era la hora.
Salió al patio del lugar, dónde estaban los invitados esperando y ya estaba todo listo para comenzar la ceremonia.Zeff lo tomó del brazo para llevarlo al altar, mientras espectadores apaludian, sacaban fotos con sus teléfonos y grababan el momento emotivo.
Una vez en el altar, Zeff le sonrió para pararse a su lado.Ahora faltaba la hermosa novia, la cual llegó puntual. No tuvieron que esperar casi nada.
Ahí estaba ella, con ese hermoso vestido blanco y esas hermosas coletas de caballo que tanto le gustaban al rubio.
Ese maquillaje que le resaltaba su perfecto rostro, resguardado por la fina tela del velo.
Comenzó a derramar lágrimas, no podía estar más feliz.Poco a poco se iba acercando del brazo de su hermano mayor, Katakuri. El estaba vestido de un elegante traje color morado.
Una vez que estaban frente a frente, ambos se sonrieron. Se veían increíbles.El rubio buscaba con su mirada cada cierto tiempo entre la multitud, esperando ver una cabellera color verde. Pero aunque pasaban los minutos y la ceremonia, no tenía ningún éxito.
Nunca llegó a su boda.
(...)
En otra parte de la cuidad, en aquella oscura casa con todas las luces apagadas; todo desordenado y con varias botellas de alcohol tiradas por todos lados, estaba ese peliverde.
Su mirada estaba perdida en la pared, con la mente completamente vacía y sumido en la exagerada borrachera que traía encima.No había comido en los últimos días, no había ido al trabajo ni se había bañado. Estaba deprimido y sin ningún rumbo; ni siquiera había ido al gimnasio que era su pasatiempo preferido.
Ese día se había permitido ser egoísta y no fue a la boda de su amigo. No iba a poder soportar ver esa ceremonia sin sufrir.No podía aceptar que su lindo rubio estaba uniéndose para siempre con esa castaña, cuánta envidia le tenía.
Mientras Sanji pasaba el mejor día de su vida, Zoro estaba encerrado y acurrucado en la pared de su fría y solitaria habitación. Sus ojos estaban cansados, no quería seguir llorando por ese idiota que nunca iba a amarlo como él lo amaba.

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Un tonto enamorado | Zosan
RomanceZoro se sentía patético por estar enamorado de ese rubio que no sentía lo mismo que él, pero seguía ilusionandolo. Lo usaba, pero el no podía alejarse. Era un tonto enamorado que se dejaba hacer lo que sea, con tal de no perderlo. • Contenido 18+...