capitulo 7

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Harry cerró la pesada puerta de metal de su habitación en silencio, girándose y apoyándose contra ella, sintiendo el frío filtrándose por su espalda, la mano aún apretada alrededor del picaporte.

Eso... había sido una cosa.

Podía sentir que comenzaba a sonrojarse, manos frías de metal subiendo a su cara demasiado caliente. Oh no, oh no, oh no, oh no, no, no, no, este no era el momento para este tipo de cosas. Su enamoramiento por Cho lo había convertido de un adolescente razonable en un absoluto imbécil, no podía arriesgarse a hacer lo mismo con Zuko: literalmente estaban jugando con fuego. Harry terminaría quemándose las cejas y luego tendría que cometer un suicidio ritual en el costado del barco.

POR FAVOR NO, murmuró Vaatu.

¿Estaba Zuko siquiera interesado en los chicos? El hecho de que a la Tribu Agua del Sur no le importara el género no significaba que al resto del mundo no le importara, una cultura no era otra, como él bien sabía por lo ferozmente separatistas que eran todos: se codificaban por colores , por el amor de Dios. . Hasta el punto en que sus pieles azules se consideraban extrañas simplemente porque él mismo era un maestro fuego. Eso fue más que un desastre. Sin mencionar el hecho de que... bueno, tal vez Harry tenía un tipo: atlético y asiático, pero... pensar que alguien era guapo con muslos que podrían aplastarlo era una cosa, en realidad HACER algo al respecto no estaba dentro de sus competencias. No va a pasar. No.

Su mano se sentía hormigueante y extraña, aún podía sentir el calor de los dedos de Zuko sobre su piel. Los maestros fuego realmente se calentaron unos grados más que la mayoría de las personas.

DEJA TU MALDICIÓN. LIMPIARSE Y VESTIRSE PARA ESTA TARDE, refunfuñó Vaatu, YO ME CANSO DE SUS ANSIEDADES. CONCÉNTRESE EN LO QUE PUEDE MANEJAR, TODO LO DEMÁS ES SOLO RUIDO.

Ruido eh? Probablemente lo fue para él.

Harry se tomó un momento para reafirmar la separación entre sus mentes y sintió un pequeño roce de gratitud del Espíritu de Vida antes de volver a sumirse en el silencio. Estaba tratando lo mejor que podía de arreglar los flujos espirituales a su alrededor, probablemente era bueno que Zuko estuviera en un bote porque aparentemente iban a viajar mucho en el futuro. Raava había estado durmiendo durante mucho tiempo, e incluso entonces, un espíritu que intentaba forzar todo en el molde que ella consideraba adecuado era doloroso para todos, Vaatu estaba calmando lo que podía, pero iba a llevar tiempo.

Se limpió, se dirigió a las duchas y pasó una edad y media luchando con su cabello antes de perder los estribos, recogerlo todo en una mano y prender fuego a la otra para poder quemarlo todo.

"¡Qué estás haciendo! ", gritó una voz desconocida, una fracción de segundo después, uno de los soldados que le habían presentado como el soldado Boqin, estaba apartando su mano ardiente de su cabeza en un pánico evidente.

"Solo me estaba cortando el pelo, cálmate", me tranquilizó, dejando que el fuego se apagara.

"¡ ¿P- por qué?! ", balbuceó el marinero, "Usted no, ¡ninguno de nosotros tenía que hacerlo cuando aceptamos este puesto!"

Harry hizo una mueca, "Se está interponiendo en el camino. Eso es todo."

Boqin se quedó boquiabierto. "¿Te estás - te estás cortando porque está... en el camino?"

Vale, algo estaba pasando aquí. Se sentía como si estuvieran teniendo dos conversaciones diferentes. "¿Sí? ¿Hay algún... problema sobre cortar el cabello en la Nación del Fuego? se aventuró con incertidumbre, viendo como una miríada de expresiones parpadeaban en el rostro de Boqin antes de que pareciera darse cuenta de algo y abruptamente soltó la muñeca de Harry como si se hubiera quemado. Fue entonces cuando Harry se dio cuenta de que solo llevaba una toalla y se sentó en el vestidor de las duchas frente a un hombre adulto que probablemente también había entrado aquí con la intención de usar las instalaciones.

Camino adoquinado amarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora