capitulo 15

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NARRA KHALEB

Empezaba a hacer frío, tenía que buscar provisiones y cobijas o mantas, las que había en el cuartel no alcanzan para todos.

Me gusta sentir el viento frío en mi cara, me hace saber que estoy vivo.

Se que llegará un momento en el que tenga que morir, no hay duda , suelo tomar malas decisiones, no me arrepiento de casi ninguna , pero quiero vivir como si mañana fuera mi ultimo día.

Iba muy tranquilo caminando cuando escuché una voz conocida, era Ian.

Me acerque , estaba sangrando , en el lugar en el que estaba era probable que los zombies no pudieran llegar a él,  pero estaba muy herido , así que me acerque a tratar de ayudarlo.

—Ey, que te paso?—suelto, la herida era extraña.

—Me tope con unas personas de la gente de los árboles, sabes que son muy territoriales—pronunció mirándome con unos ojos muy penetrantes.

Su herida era hecha por un arma blanca , era obvio que había sido por un humano, por un momento pensé lo peor de Ian, pero con su explicación todo tenía sentido.

Lo levante como pude, lo llevaría al cuartel, en los últimos días había demasiada gente en el cuartel,  por lo que tendría que dormir en mi cuarto.

Se que a Rhaegan no le agradará en lo absoluto,  pero tiene que aceptarlo , el me ayudo cuando estaba herido.

Cuando llegamos nos recibió un joven, no lo había visto , últimamente no conocía a muchas personas de las que estaban dentro de esas paredes.

Pareciera que lo invoque, Rhaegan iba saliendo de el mirador.

—No es quien estaba contigo aquel dia?—pregunta muy tranquilo, lo cual me asusta.

—Si, el me ayudo a sacar a los jóvenes de la escuela aquel día—le devuelvo la mirada.

—No hay casi espacio....—dice mirando a las recamaras.

—Se quedará conmigo, después de todo no es un extraño—tomo a Ian por debajo del brazo para que se apoye y seguir hacia mi habitación.

Rhaegan no me habló en todo el dia , no me gustaba esa fase de el, era muy celoso y posesivo.

Fue el joven médico a curar a Ian, la herida estaba hecha muy a la ligera, por la lucha de Ian por sobrevivir.

Pasamos algunos días así,  Rhaegan no me hablaba , y yo me fui acercando más a Ian, pues compartíamos cuarto.

—Últimamente han pasado muchas cosas,  entre ellas que muchas mujeres desaparecen...—Dice Ian.

—Si, aunque estamos más cerca de atrapar a quien lo hizo, encontramos una pulsera , con dos iniciales , I y T, tal vez él tiene la otra , debería.....—le ayudo a cambiar su vendaje.

—Nunca has sospechado de tu colega?—esa pregunta me agarro por sorpresa.

—No, él es demasiado bueno como.para herir a alguien por pura diversión—digo seguro.

Su pierna estuvo bien después de algunos días,  siete para ser exactos. Lo mandé a que tomará un baño, apestaba.

—Sabes creo que mi pierna no esta lo suficientemente bien , podrías ayudarme?—puso carita de perrito.

—Vale, solo porque no quiero que te lastimes— suelto a reír.

Lo ayude a entrar al baño, puse un pequeño banquito liso que había,  para que no tuviera que forzar a la pierna.

Empezó a desvestirse,  me voltee, igual tenia que esperar parado afuera,  para ayudarlo a regresar a la cama.

—Ya puedes venir por mi.....—se escuchaba extrañamente serio.

Me diriji al baño , cuando entre aun no se cambiaba,  me pareció un poco incomodo, era muy atractivo, pero ya no estaba enamorado de él.

Derrepente se volteo , pasó lo inesperado, me besó. Lo empuje , no me parecía bien.

—Admite que te sigo gustado, ahora que se que si me gustas , puedo corresponder tus sentimientos—dice Ian.

—No se trata de cuando tu puedas corresponder mis sentimientos, ya no eres mi prioridad—digo algo enfadado.

—Fue solo un beso,  además EL a quien tanto quieres nisiquiera te ha hablado en todo este tiempo..... eso no hace ver que este muy enamorado de ti como decías—dice jalandome hacia él.

En ese momento solo quería que la tierra se abriera y me tragara,  Ian tenía razón, tal vez Rhaegan estaba confundido, me hundí en mis pensamientos,  hasta que sentí un torso tibio cerca mío, y unos brazos rodeándome.

—Solo una oportunidad.....—susurró, su aliento era cálido, me hizo sentir a salvo.

Entre CaminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora