𝐄𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬┊𝟎𝟐.

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La gente empezó a acercarse, amontonándose en dirección hacia el auto totalmente destrozado, notándose la preocupación en sus rostros y la curiosidad por saber qué sucedía.

Mientras tanto, Agust D y Jungkook no podían reaccionar del todo.

Observaban la escena sin decir una palabra, quedándose en completo silencio, hasta que algunas personas se acercaron al vehículo fucsia, sacando a Chen que permanecía inconsciente, con sangre en la cabeza.

La ambulancia llegó de inmediato al oírse las sirenas cerca, ayudando a Chen a colocarlo en la camilla mientras daban la orden a las demás personas de que alejaran del lugar por seguridad, llevándose a Chen luego hacia el hospital.

—No está muerto. —Dijo sorprendido Jeon.

Agust D observó a Jungkook. Notándose aún la preocupación del mayor, pero ahora estando un poco más aliviado cuando notó a Chen con vida.

—Se hará noticia sobre lo sucedido. Hay que ir con el jefe. —Dijo Agust D.

Al decir eso basto para que Jungkook reaccionara después de unos momentos, indicándole que lo siguiera de vuelta al auto sin decir ambos una palabra.

Se dirigieron enseguida hacia la estación de policías, reflejándose en sus rostros la preocupación debido a que aquel desastre podría perjudicarlos. Habían desatado un caos enfrente de todos y esa era una de las reglas que debían mantener para precisamente no alterar a nadie.

Su carrera dependía de que Chen se encuentre con vida, es por eso que debían ir con el jefe para darle una explicación de lo sucedido antes de que las noticias llegaran a sus oídos.

Esto era aún mucho más serio y si podían lograr calmar un poco lo sucedido, lo harían. No solo ambos estaban siendo perjudicados, también la estación de policías de la APC al permitir que algo así sucediera, sabiendo que la seguridad y la confianza se perdería por un solo error.

Una vez Agust D estacionó el auto enfrente de la estación de policías. Ambos salieron y entraron a pasos largos, haciendo que los presentes los miraran atentos y extrañados por la apariencia que claramente mostraban al tener un aura indiferente, evitando mirarlos a los ojos o escuchar las cosas que murmuraban sobre ambos.

Subieron las escaleras, colocándose ambos enfrente de la puerta en la que estaba su superior con su nombre tallado en dorado y cinco estrellas.

Agust D tomó la voluntad de tocar la puerta dos veces cuando ambos estaban listos para enfrentar lo sucedido, escuchando una voz profunda del otro lado dándoles el permiso de pasar.

Agust D abrió la puerta entonces, esperando que no significara el fin para ambos. Entraron a la habitación y visualizaron a su jefe sosteniendo unos papeles, permaneciendo de pie cerca de su escritorio.

Era un hombre duro y con las decisiones claras; sereno, bueno, pero también alguien muy estricto y respetable ante todos. Era uno de los jefes más importantes de la policía en todo Daegu, admirable y reconocido por hacer las cosas justas; incluso conoció al presidente, recibiendo medallas y honores colocados en su pecho.

Sus años de experiencia en la policía le jugaban un poco, incluso pensó en jubilarse cuando ya no tenía las mismas fuerzas de antes al enterarse de que tenía cáncer al pulmón.

Fue una decisión difícil para él y para todos los policías que lo apreciaban, pero aun así quiso seguir a pesar de su condición.

—¿Qué sucede? ¿Por qué se ven tan demacrados?

Su jefe fue el primero en hablar cuando cerraron la puerta, dejando los papeles en su escritorio para observar a ambos, atento y con la curiosidad de saber qué sucedía, ya que en sus rostros se notaba la preocupación que era imposible de ocultar.

| ¡𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑É 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐈𝐍𝐀𝐋! |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora