𝟬𝟬𝟱 ⋆ i am here with you.

97 17 1
                                    

-No puedo creer que siga perdiendo en este juego.- tiro sus piezas dando por finalizada
la partida.

-Te lo dije.

-Si ya ajam.- volteo los ojos. -¿Ahora se supone que te debo algo?

-Algo así.

Observó como su amiga tenia la piel erizada.

-¿Tienes frio?

-Un poco si.- se abrazó a ella misma.

-Espérame aqui.

Shikamaru se levantó para ir a su habitación en busca de una manta.

-Ten.- le colocó la manta sobre sus hombros.

-Gracias, por todo Shikamaru.- miró a su amigo a los ojos.

-Esta bien, no es nada.- rompió el contacto visual.-Extrañaba esto, jugar y que te gané, o simplemente estar contigo. De verdad sigo sin poder creer que estés aquí.-volvió a mirar a su amiga pero ella se había quedado dormida.

La miró por unos segundos para después tomarla y llevarla a su dormitorio.

La dejo suavemente en su cama, la arropó y le quitó la manta que le había dado. Miró su cicatriz por unos segundos.

-Lemento lo que te ocurrió, Misa. Eras muy pequeña para semejante tortura. Descansa.-se retiró de su habitación.

Shikamaru volvió al jardín ya que aún no tenia sueño. Estuvo un par de horas jugando el solo al Shōgi hasta que escucho gritos que provenían de la habitación en donde había dejado a Artemisa. Rápidamente fue hasta allí con un Kunai en la mano, pero al llegar no vio un peligro alguno. Solo era Artemisa, que gritaba dormida.

-¿Misa?- la intentó despertar.

Artemisa gritaba desgarradoramente, estaba teniendo una pesadilla. Dormida se tocaba la cicatriz en su cara y gritaba, gritaba sin parar.

-Misa, despierta. Solo es un sueño.- tocó suavemente sus brazos pero no cedía.

Al sentir el contacto de las manos de su amigo, lo rasguño. Fuerte, dejándole una herida abierta.

-Mierda.- retrocedió por instinto.

Shikamaru estaba completamente anonadado, no sabia que hacer. Sabia perfectamente que intentar despertar a un sonámbulo puede causarle la muerte, así que dejo de intentarlo.

¿Que hago?
Pensó Shikamaru.

Tenia que hacerle saber a Artemisa que solo era un sueño. Así que lentamente la movió para que el pueda sentarse detrás de ella. Colocó su espalda junto con su pecho. Y en esa posición la abrazó.

-Por favor Misa, quédate tranquila. Estoy aquí.

Y en solo un par de minutos Artemisa logró tranquilizarse y dejar ir la pesadilla que estaba teniendo. Y en esa posición ambos cedieron a los brazos del morfeo.

( ... )

El sol de la mañana se coló por la ventana obligando a Artemisa a abrir los ojos. Sentía el peso de algo en su hombro y cuando miró abrió los ojos sorprendida y desconcertada. Shikamaru estaba dormido en su hombro.

indömita ⋆ shîkamaru nāraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora