"Si yo decía la verdad entonces sería obvio que el también lo hacía".
En un mundo donde el amor puede ser complicado y los secretos pueden desgarrar corazones, TaeHyung y JungKook luchan por mantener viva su relación. Entre sueños reprimidos y decis...
TaeHyung salió de la universidad, con su mochila al hombro y sus pensamientos centrados en las mil tareas que tenía pendientes y en la proximidad de los exámenes. Caminaba por la concurrida calle de la ciudad, cuando vio a lo lejos a JungKook corriendo alrededor del parque cercano. Un brillo de emoción iluminó los ojos de TaeHyung mientras se acercaba a él.
"¡JungKook!" llamó TaeHyung con entusiasmo. "¡Es una sorpresa encontrarte aquí!"
JungKook detuvo su carrera y se acercó a TaeHyung, jadeante y con una sonrisa en su rostro. "¡TaeHyung! No esperaba verte por aquí. Estoy tratando de mantenerme en forma, ¿sabes?"
TaeHyung rió suavemente. "¡Eso es genial! Debería hacer ejercicio más a menudo también. ¿Vives por aquí?" preguntó un poco extrañado ya que jamás lo había visto por la zona y recurrentemente pasaba por el parque a aventar monedas a la fuente de los deseos.
"Sí, algo"
"Oye, ¿qué te parece si vamos a tu departamento a platicar un rato? Puedo hacerte de comer, si te soy sincero muero de hambre y", dudó algunos segundos, "me encantaría pasar más tiempo contigo", se atrevió a decir finalmente.
JungKook pareció sorprendido por la sugerencia, y su expresión se volvió un poco nerviosa. "Oh, um... sí, mi departamento está cerca. Claro, podemos ir".
Ambos caminaron juntos por las calles, intercambiando pequeñas conversaciones mientras se dirigían al departamento de JungKook. TaeHyung notó que JungKook parecía distante en ese momento, pero decidió no presionarlo y simplemente disfrutar de su compañía.
Al llegar al edificio, JungKook abrió la puerta del departamento y TaeHyung no pudo evitar notar lo vacío y nuevo que parecía. No había muebles ni decoraciones, solo las paredes recién pintadas y el suelo impecable.
"Wow, tu departamento se ve completamente nuevo", comentó TaeHyung, mirando a su alrededor.
JungKook asintió, su rostro revelando cierta incomodidad. "Sí, acabo de mudarme aquí hace poco. Todavía estoy en proceso de amueblarlo y hacerlo sentir como un hogar".
TaeHyung se acercó a JungKook y le colocó una mano reconfortante en el hombro. "No te preocupes, JungKook. Puedo imaginar cómo se siente. Mudarse puede ser abrumador, pero estoy aquí para apoyarte en lo que necesites".
JungKook miró a TaeHyung con gratitud en sus ojos. "Gracias, TaeHyung. Eres muy amable. Estoy contento de que estés aquí".
Con una sonrisa reconfortante, TaeHyung guió a JungKook hacia el centro de la habitación vacía. Los dos se sentaron en el suelo, creando un ambiente íntimo y acogedor a pesar de la falta de muebles.
Durante horas, TaeHyung y JungKook compartieron risas, historias y sueños en ese espacio vacío. El departamento, aunque desprovisto de objetos materiales, se llenó con la calidez de su conexión mutua.
En ese momento, TaeHyung supo que, independientemente de la apariencia física o del entorno, lo único que importaba era la sincera conexión que había encontrado con JungKook. Y con cada palabra y cada gesto compartido, su amor y complicidad se fortalecían, llevándolos a un vínculo más profundo y significativo que trascendía cualquier circunstancia exterior.
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