Chapter Four

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Samira Rosenthal

— Esa no es la verdadera razón ¿Que esta pasando aquí? — oh oh, creo que ya vio a mi invitado.

Mierda.

— Lo puedo explicar — me hice a un lado para el pudiera pasar.

— Lo tienes que hacer, porque no veo la cocina para nada sucia — empezó a servir la comida que hizo mi mamá en la mañana.

— Eh — mire a Tom y le hice señas de que se fuera a otra parte — es que metí a Maya a la casa y tu sabes como son mis papás que cuando estoy castigada no me dejan traer a nadie — Dios, que excusa tan poco creíble.

— ¿Donde está? No la veo — se volteo justo cuando Tom ya se había ido.

— En mi cuarto, cuando llegaste de sorpresa nos asustamos y ella subió rápido pensando que eras mamá.

— Uh, bueno — caminó al comedor — por cierto voy a salir con Diego en un rato así que te volverás a quedar sola hasta que lleguen mis papás.

— Esta bien  — nos sentamos.

— Ahora si me vas a decir porque te peleaste con tu compañera y también me vas a explicar lo que tienes en el cuello — creo que olvide taparlo, ya me fregué.

— No es lo que tu piensas.

— ¿Ah si? Entonces explicate.

— Lo del cuello es una alergia, sabes que siempre me aparecen cosas así cuando entro en contacto con el polvo — estoy nerviosa, me sudan las manos, jamás me había metido en este tipo de cosas.

— A mi no me tomes por tonto, esos son chupetones y ya se quien te los hizo.

— ¿Ehh? — si intento no saber de lo que habla va a ser peor.

— No te voy a reprochar, solo dime ¿Paso algo más que deba saber?

— No, no pasó nada de eso — solo me queda admitirlo, si lo niego será peor.

— Ya sabia. Ten cuidado, no quiero ser tío tan pronto.

— Ahh ¿Porque todos me dicen eso? Primero Maya y luego tu.

— Se sabe como es ese chico, por eso te lo decimos.

— Tienes razón, tengo que tener más cuidado con el.

— Solo luego no quiero verte mal, te aprecio mucho enana. Por mientras no le diré nada a nuestros papás, es tu vida y como me dijiste ayer ya estas grande como para manejarlo sola — se levantó — lavo mi plato y me voy donde Diego.

— Yo voy a estar en mi cuarto asi que no te veré hasta la noche.

Me despedí de Lukas y rápidamente subí a mi habitación, supongo que se ha escondido ahí.

— ¿Tom? ¿Estas aquí? — abrí la puerta.

— Linda me asustaste, pensé que eras tu hermano — salió del baño.

— Por suerte no se dio cuenta, creo — camine hacia el — va a salir en un rato, después de que se vaya tu también lo harás.

— Yo que pensaba quedarme un rato más — me tomo de la cintura pegándome a él.

— ¿Estas loco? De ninguna manera te vas a quedar más tiempo aquí, si te descubren me matan.

— Solo estoy bromeando — me dio un beso — me iré en cuanto tu hermano lo haga.

— Entonces ve alistando tus cosas, el se va en un rato — me quite de su agarre.

— ¿Qué cosas? Mi ropa esta sucia — Verdad, recién me acuerdo.

After All  - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora