죄인 | En ti veo mis deseos más prohibidos y una manera de hacerlos realidad.
YoonGi Marconi: poderoso, dominante y muy acostumbrado a obtener lo que él quiere. Derrotar al rival de negocios de tu padre debería ser fácil. Para una persona tan despiad...
— Las cosas que puedo decirte de YoonGi Marconi harán que te ardan los oídos —Blanche se detiene en la puerta al salir, sus ojos brillan con picardía—. Espero estés preparado, porque es casi demasiado escandaloso para decirlo en voz alta.
— Yo... Amo los escándalos. Mientras más sucios sean los detalles, mejor.
— ¡Eres malo! Creo que ese almuerzo será divertido.
— ¿Puedes darme un adelanto, Blanche?
— Bueno, bueno, te diré una cosa... Le gustan las apariencias delicadas. Tu tienes este aspecto de jefe, pero– —la interrumpo.
— A YoonGi le gusta una apariencia más suave. Entiendo.
Blanche me hace un guiño descarado por encima del hombro mientras sale por la puerta de mi oficina.
Ella sabe más de lo que imaginaba. Este almuerzo será una mina de oro con información de YoonGi.
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Esa noche, pongo una selección de atuendos de ropa más suave sobre mi cama, los observo por un rato.
Me voy por un conjunto suave pero elegante, con mi estilo. Un pequeño top verde de hombros descubiertos, tejido de Canalé con nudo delantero. Con unos pantalones blancos de pierna ancha y talle alto con fruncido.
Admiro mi reflejo, asintiendo con satisfacción. Es más suave que mi estilo habitual, pero sigue siendo atrevido.
¿Quién dice que un estilo informal de negocios no puede ser versátil?
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Al día siguiente, llego temprano al restaurante. Observando el área rápidamente, notando que Blanche todavía no está allí.
No hay problema. Esperaré en el bar y—
Oh ouh.
Me quedo boquiabierto cuando miro a los ojos de nada más y nada menos que YoonGi Marconi. Sus ojos se agrandan de sorpresa y luego una sonrisa de suficiencia aparece en sus labios.
— JiMin —lo rodeo sin mirarlo dos veces—. ¿A dónde crees que vas? —su mano aprieta mi muñeca y me giro para enfrentarlo, poniendo los ojos en blanco.
